CUANDO ME ALCANCE LA VIDA

Virgen

En cuanto los primeros rayos de luz se colaron por la ventana, Inés huyo, huyo de su propia casa y eso era un poco loco y muy raro.
Antes de irse de casa, pasó al cuarto de Camila y le dejó una nota, en donde decia: "le dices a Luz que se vaya de mi casa y por fa no la vuelvas a traer, limpia y deja todo en orden, ly."

En cuanto llego a la empresa, su secretaria le dio su café como habitualmente lo hacía, esta vez no había cometido ningún error e Inés se lo agradeció mentalmente.

—¿que tenemos para hoy?. — dio un bostezo la rubia

—tiene una junta con el señor Francisco a las 4:00pm y creo que es todo, bueno no hay reuniones, solo el papeleo habitual

—bien, no dejes que nadie pase cerca de mi oficina, ni si quiera dejes que respiren cerca de mi, ¿entendido?. — dijo de manera retadora, su secretaria asintió

Inés comenzó a caminar rumbo a su oficina

—señorita. — dijo la secretaria haciendo que Inés detuviera sus pasos —ammm tiene...— señaló su cuello

La rubia se acordó de lo que hizo anoche y se metió corriendo a su oficina, entró directo al sanitario y visualizo dos marcas en su cuello

—joder, parece que me chupo un vampiro. — rio

Espera ¿estaba sonriendo?

Volvió a mirarse en el espejo y borro su sonrisa, suspiro, abrió el grifo y se enjuago la cara, se seco con delicados toquesitos y salió del sanitario

Se sentó frente al ordenador, sacó sus gafas de un cajón y se las coloco. Comenzó a buscar los archivos que tenía pendientes y le arrojó como 30, suspiro pesadamente y comenzó a ejecutar su trabajo. Abrió una carpeta en donde habían cartas de recomendación y leyó la de aquella mujer

Luz Ferreiro Aranda
Joven de 23 años
Experiencia en hostelería
Tenía un secretariado
Culminó sus estudios superiores

—es una joyita. —murmuró

Unos toquidos en la puerta llamaron su atención

—adelante. — dijo

Su secretaria asomo la cabeza

—señorita, hay una chica que quiere verla, dijo que tenía una entrevista el día de hoy con usted

Ines frunció el ceño

—¿como es?

—mmmm pelo corto, no muy alta ni muy baja, no se, es una persona promedio, tiene ojos azules

Inés se frotó la frente, no recordaba que tenía una entrevista con ella, ni si quiera al leer sus cartas de recomendación se le cruzó por la cabeza

—dile que pase. — dirigió nuevamente su mirada al ordenador, minutos después, Luz apareció, tocó tres veces la puerta y asomo su cabeza, justo como lo había hecho la secretaria momentos antes

—pasa. — habló fría Inés, ni si quiera le dirigió la mirada

—hola

La ignoro

—vi tus cartas de recomendación, eres buena y tienes buenas referencias al parecer, así que dime, si te doy el puesto como mi secretaria ¿que es lo que esperas?.— siguió mirando el ordenador

—pues progresar, ser mejor que quienes están aquí, aprender y emprender más adelante

Inés asintió y miró algún punto fijo de la habitación, después de unos minutos en silencio, por fin habló

—bien

—¿tengo el trabajo?

—no, yo te llamaré