Amor

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Navidad estaba pasando en un parpadeo, el frío de la ciudad era cada vez más fuerte y el comportamiento de Inés era cada vez peor, desde que Luz había dicho aquellas dos palabras, ella cambió

—cariño. — habló Luz con voz calmada —¿estas bien?

Era la Octava vez en el día en que le preguntaba aquello, la pelirroja estaba muy ausente

—si, sólo tengo un poco de sueño. — mintió

—has dormido más de la cuenta. — la miró extrañada —no deberías de estar cansada

La pelirroja apretó los labios y miró sus manos tratando de no pensar

—quiero tener un hijo

Luz tartamudeo, pero no dijo nada cuerdo

—eres joven y mis deseos no pueden frenar tus sueños, Luz, por eso es que he estado tan extraña estas semanas. Por que la vida se me va y quiero formar una familia, pero tu apenas inicias tu vida

—yo quiero todo a tu lado

—no tenemos que hacer esto.— cerró los ojos y negó —es una tontería

Luz posó su mano por encima de la de Inés

—no es una tontería, entiendo que quieras formar una familia, cariño yo quiero todo contigo, he aceptado vivir a tu lado por el resto de mi vida

—no arruinare tu vida con un hijo, Luz.

—no se arruinara, tendremos un hijo o una hija, pero tu serás quien lo lleve

Inés alzó ambas cejas

—me pondré gorda. — se hizo la ofendida

—prefiero que seas tú a que sea yo, además sabes que voy iniciando con esto del modelaje, no puedo tener un hijo ahora

—esta bien, pero obviamente tu serás su madre, o sea llevará tus apellidos ¿no?

—Claro Cariño

Inés se levantó de su asiento y rebusco entre sus cajones, sacó un par de folletos y se los entregó a Luz

—había investigado un poco y pues supuse que me dirías eso, o sea que no llevarías tu al bebé, así que. — sonrió con culpa —seremos mamás

Luz se puso pálida

—¿estas embarazada?

La pelirroja asintió y sonrió

—¿me engañaste?

—no tonta, me sometí a un tratamiento, me costó mucho estar embarazada, pero por fin se pudo. — celebró —si decías que no lo querías tener, bien hubieras podido dejarme, pensaba darte la noticia hace semanas

—¿hace semanas? ¿Cuento tiempo tienes?

—trece semanas

—¡trece semanas!. — habló con voz chillona —ay dios, me voy a desmayar

Inés rio con fuerza

—no seas dramática, amor

—no soy dramática, pudiste haberme dicho desde el inicio

—lo sé, perdón. — habló arrepentida —solo creí que tu no ibas a querer tener un hijo y yo, Dios me estoy haciendo vieja, Luz, necesito tener una familia

—hay personas que llegan a la vejez solas, pero cada quien

—¿estas enojada?

—necesito un poco de aire. — Luz se levantó, tomó su chaqueta, las llaves de casa y beso a su prometida —tengo que digerir esto, pero sola, solo será un rato

CUANDO ME ALCANCE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora