Power Rangers: Love in a war.

𝐶𝐻𝐴𝑃𝑇𝐸𝑅 𝐹𝑂𝑈𝑅

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Mía se remueve en el asiento. No está en casa de Billy,no está en la suya

No podía dejar de pensar en Jason y en lo que dijo Zordon. Van a la misma escuela y nunca se dio la oportunidad de verlo,o bueno hablarle,ya sabía que era guapo.

Aunque Mia estaba bien en esa pequeña plaza, no podía quedarse.Ya era de madrugada,así que debía irse.No quería tener que explicar el porqué está en una plaza de madrugada.

Empieza a caminar con las manos metidas en los bolsillos,Jason le había pasado una chaqueta antes que se fuera,ya que la de ella seguía húmeda.

A medio camino Mía cambia su destino,llega a casa de Billy donde no encuentra ni una luz prendida, agradece por eso ya que Candace debe estar durmiendo y no quiere dar explicaciones.Se acerca hacia la puerta y la abre con cuidado de no hacer ruido.Hace una mueca cuando la puerta rechinar un poco.Se quita las botas con cuidado y las toma con una mano. Camina silenciosamente  por toda la casa hasta que llega a la puerta que da al sótano.Empieza a bajar los escalones con extremo cuidado.Se fija que las escaleras no tienen barandal,cosa que le confunde.

Cuando llega por fin, mira a Billy dormido.Suspira y deja las botas en el suelo.Se quita la chaqueta de Jason y la deja reposada en una silla.Entra en las sábanas que cubren el colchón que utiliza cuando se queda a dormir y deja caer su cabeza en la almohada.Cuando estaba a punto de cerrar los ojos...

—Mia, ¿eres tu?—Pregunta un adormilado Billy.

—Si soy yo.—responde en un susurro—Pense que dormías.

—Lo siento.—se disculpa—¿A donde fuiste?

Se queda en silencio. Billy es su mejor amigo, al que le puede confiar todo, pero nunca habló con él sobre chicos.Pará ella, tener novio era algo que no le interesaba mucho, era algo raro.Pero al ver a Jason sintió algo, algo que no ha experimentado. Si, antes se sentia atraída por chicos pero Jason, con el es diferente,no lo sentía desde hace tiempo.

—Billy,Hoy estuve con Jason,lo acompañe a casa y me presto ropa,eso es todo...luego me quedé en la plaza pensando.

—¿Jason?

—Si, Jason—dice suspirando.

—¿Nuestro Jason? ¿Jason Scott? ¿Jason, Jason?

Mía cierra los ojos y respira profundamente.

—Si, Jason Scott.—repite con lentitud —Estuve con Jason Scott.

Billy esta en la misma posición que Mía, ambos mirando al techo.

—¿Tu y Jason?—Billy carraspea— Esta bien, no estoy celoso...

Mía alza una ceja.

—uno, dos,—empieza a contar en susurros—tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez..

—Ok si, lo estoy.—admite Billy—Ahora harás lo que sea que las parejas hacen y ya no tendrás tiempo de jugar videojuegos conmigo. Ni siquiera son pareja y ya estoy extrañándote.

—Billy.—exclama Mía—Sabes que eso no va a pasar. Yo siempre estaré para ti. Créeme, no vas a tener que extrañarme.

—¿Lo prometes?—pregunta Billy estirando su brazo hacia dónde está Mia

—Lo prometo—Mia entrelaza su meñique con el de Billy.

—Gracias,—Billy suspira aliviado—ya me siento mejor.

Mia ríe por lo bajo.

—Yo igual—susurra antes de quedar dormida.

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