hola pequeña

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Dick había llamado a la mansión, sorprendido a Bruce, quien no dudó en ir a buscar a su hijo al aeropuerto.

- papi- lo llamó la pequeña Mary, con sus ojitos brilloso.
- ¿qué pasó bebé?- pregunto besando la frente de su pequeña.
- me quedo id- dijo bajito, seguido de sollozos.
- no, amor. No llores, vamos a ir a un lugar donde van haber muchas personas que te amarán- dijo besando la mejilla de la pequeña.
- chuchu- dijo con su manito en la boca.

Dick solo beso la frente de sus pequeña, para luego ponerle su pequeño chupete, que la bebé le decía chuchu.

Damián y Bruce estaban algo inquietos, hasta que lo divisaron a lo lejos.

Se acercaron rápido, para atrapar al joven padre en un abrazo, quien solo pudo sonreír.

Esos dos años que estuvo lejos de su familia, fue el peor infierno que tuvo que vivir, pero todo por su pequeña.

Fue Bruce que noto la presencia de la pequeña, mientras que Damián solo se alejó y se acercó un poco a la pequeña.

- ¿ella es la bebé? - pregunto Damián mirando a Dick.
- cariño, ¿ no quieres presentarte a tu tío Damián y abuelito Bruce? - dijo con calma a la pequeña, que solo los miró a los dos desconocidos.
- Mady- dijo la pequeña.
- ¿sabe inglés?- cuestiono Bruce sorprendido porque Dick le hablo en ese idioma y la pequeña entendió.
- en casa, siempre le hablo en ingles y en el preescolar le hablan en rumano- dijo acariciando la espaldita de la pequeña.
- eres muy inteligente Mary- halagó Damián, extrañaba a su hermano mayor, y siempre desde que se fue quiso saber como era su pequeña sobrina, ahora estaba ahí.

Pequeña de pelo negro y ojos verdes, de piel crema, llena de pequeñas pequitas.

- me alegro verlos de nuevo- saludo Dick a su hermanito y padre.
- puedo decir lo mismo hijo- fue la respuesta de Bruce.
- ¿como están los demás?- cuestionó Dick mirando a su hermanito y su padre.

Todos estaban feliz, hablando en el aeropuerto, pero la pequeña le molestaba tanto ruido y le estaba dando sueño.

- cariño- llamó con calma la niña- puedes dejar que el abuelito Bruce te cargue, así te ve bien- pidió calmando Dick.
- quedo mimi- dijo bajito.
- lo sé, ahora nos vamos- dijo tranquilo, para besar la cabeza de la pequeña.

Decidieron partir, en el camino Dick iba sentando atrás con la pequeña, que dormía acurrucada, aferrada a su papi.

Al llegar a la mansión fue recibido por un viejo Alfred que no dudó en abrazar a su nieto mayor, para luego apreciar a su segunda bisnieta, acariciando las mejillas de la pequeña, que dormía en paz.

Dick entró a su vieja habitación, para luego acostar a la niña en la cuna que estaba en el cuarto, que Damián instaló con una de esas cosas que giran y tienen música.

Tapo a la pequeña, mirando cada pequeño detalle de la niña, su naricita gordita, sus pequitas, sus largas pestaña, esa era su pequeña.

Cuando bajó tuvo la sorpresa que abajo estaba sus hermanos con grandes sonrisas, estaban Tim, Jason, Cass, Helena y Terry.

Fue un abrazo grupal, entre todos, no pudo evitar llorar de felicidad, extrañaba a todos, pero nunca tuvo el valor de llamar a la mansión por miedo.

- Dick- no pudo evitar reír al ver a Tim llorar mientras lo abrazaba con fuerza.
- La próxima avisa que desapareces- dijo Jason molesto limpiando se una lágrima que caía.
- ¿porque te fuiste?- exigió saber una Helena molesta.

Recordó que las únicas personas que sabían de la existencia de Mary, eran Bruce, Damián, Alfred y Selina.

No respondió, sabía que dentro un rato la pequeña despertaría con hambre.

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