liga

764 38 5
                                    

Alice camina por amplios pasillos con cara de asco, estaba cubierta de suciedad y tenía su ropa rota.

Abrió las grande puertas de mármol, y sin soltar su katana grito.

- ¡Abuela!-
- Mi pequeña Ali- dijo la mujer mientras acariciaba la cabeza de un maldito tigre- ¿que te trae por aquí?.
- Necesito tu ayuda- dijo de forma directa y con molestia.
- oh, ¿pensé que Damian y Jon te prohibieron verme?- dijo la mujer levantándose.
- lo hicieron- comunico la niña de diez años- pero las cosas cambiaron, necesito tu ayuda- dijo firme.
- si a cambio te quedas aquí y te vuelves mi sucesora, aceptare con gusto- comunico ya cerca acariciando las mejillas de la menor- Sabía que vendrías algún día a mi, Damian no te podría mantener lejos.

Alguien entró interrumpiendo el momento abuela y nieta, pobre alma en pena.

Solo fue un movimiento de la mano de la mujer que le dio a entender al tigre que ataque al hombre.

Alice solo trato de escuchar otra cosa, pero solo escuchaba al hombre gritar y al tigre gruñir con odio, mientras se comía al sujeto.

Thalia sonrió con calma, para luego tomar el hombro de la niña y hacer ver tal acto asqueroso, pero la pequeña nunca fue capaz de abrir los ojos.

- solo mira, eso me dirá si podré ayudarte o no, corazón- murmuró contra el oído de la menor.

No quería hacerlo, pero su papá estaba en peligro al igual que sus tíos, ella quería ayudar, y sus abuelos no le daban esa ayuda.

Apretó los dientes y antes que pueda abrir los ojos, todo se lleno de humo.

- ¡NO abras los ojos!- ordeno una voz familiar para la liga y la pequeña.

Cuando abrió los ojos vio a su padre parado enfrente de ella y su abuela, el adulto tenía cara de pocos amigos.

- hola cariño- saludo Thalia a su hijo.
- Alice ven- dijo ignorando a su madre.
- si vas con él, no podre ayudarte a traer a Jonathan- dijo la mujer de forma calmada.
- Alice- llamo Damian acercándose.
- ¡Ataquen!- fue la orden que dio a sus solados.
- ¿que? ¡NO!- chilló la menor, pero Thalia le había clavado un pedazo de kriptonita.

La pequeña no podía hacer nada, estaba siendo sostenida por su abuela, mientras veía a su papi ser golpeado o recibir algún corte.

Damian hacia lo que podía para evitar terminar tan dañado, pero eran veinte contra uno, además no podía hacer mucho bajo la mirada de su princesa.

La menor estaba desesperada a ver a su papi, ser literalmente atravesado con un cuchillo en el brazo.

- ¡TIA KARA, TIO KON!- fue lo único que tuvo que gritar para ver como literalmente todos salieron volando.

Thalia solo gruño, odiaba a la familia Kent.

Kon ayudo a Damian a parase, pero tenía muchas heridas, Kara en cambio se empezó a acercar a Thalia por su sobrina.

Thalia sonrió estaba preparada para un ataque de Kriptoniano, en realidad toda la liga.

Alice vio lo que iba hacer su abuela, y a pesar del dolor que sentía en su brazo izquierdo, se dispuso a pelear contra la mujer.

Literalmente le salto encima.

El gran felino no estaba feliz que Ataquen a su dueña, así que fue directo al ataque.
La niña no tuvo miedo, le tiro el control que tenía su abuela a la boca de este animal, para luego ver como era destruido.

Tomó rápidamente su espada y apunto al animal, no quería lastimar lo pero esa cosa no se detendría hasta verla en el piso.

Damiam apretó sus heridas, para acercarse a su hija, pero enserió dolía como el peor infierno posible.

- Alice, por favor. Retrocede, ve a casa- pidió a la niña.

En fundó su arma, no planeaba hacerle daño al felino, lo analizo y poco y se dio cuenta.
Era una tigresa con cachorros, ella estaba protegiendo del peligro a sus cachorros que deben estar cerca del lugar.

Recordó vagamente cuando fueron atacados por enemigos, como su papá los protegió a ella, a su hermanito y a su papi.

Necesitaba darle seguridad al animal.

De forma lenta bajo su arma, se acercó de forma lenta con la mano estirada, escuchando al animal gruñir y sacar los dientes.

- estas protegiendo a tus bebés- dijo calmada- esta bien, lo entiendo. Soy una amenaza para ti-

En tigre se empezó acercar con duda, pero para Damian y toda su familia era peligroso, así que sin pensar mucho D, le tiro un batarang cerca de felino, que reacciono mal.
Ahora iba ir por Damian, quien estaba listo para pelear por su pequeña.

La niña se vio contra la pared, miró el piso y las gotas que caen de su mano.
Tiene super oído, puede usar eso pero la piedra no la dejaba.

Con todo el valor que tenía se arranco la kriptonita, y escucho lo que quería.

De un puñetazo rompió la pared, y cargo a los dos cachorros de tigre que había.

Los ruiditos que estos emitían llamo a la tigresa, que cambio su rumbo a donde estaba sus cachorros.
Apenas llegó acicalo a sus pequeños, para luego frotar su nariz con la mejilla de la niña, que solo lo acaricio su pelaje.

- de nada- dijo la niña.

Thalia sentía la sangre hervir, esa niña era lo más molesto del mundo.
Y una parte de ella la quería a toda costa, que tal si la reanimaba con el poso de lazaron.

Sin pensar mucho, levantó un arma que tenía escondida en sus ropas. Sabía perfectamente que esa niña no era inmune aún a la balas normales.
Sin más solo disparo.

Damian solo pudo gritar el nombre de su hija.

La pequeña había cerrado los ojos con fuerza, esperaba el disparo... que nunca llego.

Al abrir los ojos vi la espalda de su papá, estaba parado enfrente de ella.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, la últimas vez que lo había visto esta a grave, lo habían envenenado con kriptonita, estaba muriendo.

Thalia estaba apunto de volver a disparar pero con un arma especial, pero Mara le dio un golpe de advertencia.

La morena había llegado junto con Jon, ella entró para ayudar a su primo, mientras que el menor fue por su hija.

- papa- llamo la niña al borde del llanto.
- esta bien princesa, estoy bien- dijo para agacharse y abrazar a su niña.

Damian miraba con una sonrisa a su pareja y si bebita.
Jon cargo a su hija, y se acercó a su pareja.

- te demoraste Habibi- se quejó Damian con una sonrisa.
- lo siento, Tim hizo lo que estaba a su alcance- dijo con una sonrisa para besar la mejilla de su pareja.
- ella casi hace algo muy estupido- dijo el moreno para mirar a la niña que lloraba.
- estaba asustada, no tienes que retarla- dijo tranquilo.
- par de tortolitos, vayan a casa a ver a su otro hijo. Nosotros nos encargamos del resto- fue lo les grito Mara peleando con Thalia.

Ambos aceptaron, pero la menor le pidió a sus padres algo, era llevar a la señora girasol a una reserva para que pueda estar con sus cachorros a salvo.

Después de dejar al tigre y sus crías en un lugar seguro, regresaron a casa, en ese trayecto Alice se quedó dormida abrazando a su papá.

- ella te extraño mucho- dijo calmado Damian.
- es una princesa de buen corazón, deseguro hubiera hecho algo peor por ti- dijo Jon a Damian.
- conociendo a nuestra hija, se que haría cualquier cosa por todos- abrió la puerta de la mansión, para ser recibidos por un pequeño de tan solo cinco añitos, que se tiro a la pierna de su papi- al igual que nuestro pequeño príncipe.
- papá- dijo feliz el niño, para recibier un beso en la cabeza.
- los amo a tres- comunico calmado Jon.
- y nosotros a ti- contesto para cargar al pequeño y darle un beso en los labios a su esposo.

No está abandonado esta historia, solo me quedé sin ideas.
Los amo 💙💐🐰.
P.d: no me quejo si me dan ideas 😆

nueva generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora