Strange Soulmate [Lunter]

✉️ 25

__________________
Dos lados
y una mentira
________

—Emira, si aceptas no estarás ayudando al señor Wittebane— ella se encogió en su lugar— si no a ti y a Hunter ¿No quieres ayudarlo?

La mirada de los padres era muy persistente y ni hablar de la abogada, cuya mirada era tan siniestra que le helaba el alma.

—Yo...— los nervios empezaban a carcomer sus entrañas.

Su padre, al verse consciente de esto intento llamarla con dulzura sin embargo ya era tarde pues su pequeña había empezado a tiritar como si tuviera un frío inmenso.

—Cariño...

—Quiero ver a Ed— murmuro sin mirarlos.

La madre miró a su hija con desdén ante esta petición, la mujer estaba notando como el hecho de que Emira estuviera tan cerca de Edric los había ablandado demasiado, tanto que su único hijo le había retado varías veces solo por darle una orden a Emira.

—No es necesario que me de una respuesta ahora— aclaro la abogada sonriendo— Se que va a elegir la correcta.

Kikimora no dejaba de mirarla sin embargo esto no era nada comparado con la sofocante mirada de su madre, tan desaprobadora, tan dura y sin consideración.

—Emira, puedes retirarte

Emira no espero una respuesta en contra por parte de su madre, solo se levantó de la silla y salió disparada del despacho, en donde afuera tanto Amity como Edric le recibieron, siendo este último quien la refugio entre sus brazos con un cálido abrazo.

—Yo la llevaré a su habitación, quédate atenta Mittens.

En silencio la pequeña Blight los vio partir rumbo al segundo piso, las cosas no estaban bien en esta casa y ella era consiente de ello, más de lo que quisiera.

Tomó asiento en el sofá, admirando la puerta de cristal que daría paso a la gran piscina, la luz del sol mañanero iluminó su rostro, este calor era soportable comparado con la impotencia que sentía al no poder hablarle a Luz.

Habían pasado dos semanas desde el baile, intento llamarla en noche buena pero tenía miedo, miedo de que ella rechazara la llamada. Año Nuevo era mañana y posiblemente tampoco se comunicaría con ella, todo por culpa de él; Hunter Wittebane, quien destrozó a su hermana y ahora impedía su oportunidad con Luz.

Lo odiaba, lo detestaba tanto.

—Bueno, me retiro. Mi cliente estará feliz de escuchar esa respuesta, recuerden que esto es lo mejor para su hija.

—Confiamos que así será—La voz elegante de su madre retumbó en el lugar.

Esa mujer le daba mala espina sin embargo era la única forma en la que su hermana obtendría justicia, Belos y ella eran las víctimas aqui de ese chico con evidentes problemas mentales.

Así que eran ellos contra la evidente mentira, ella contra Luz.

[...]

—Respecto a la custodia del muchacho, ante la ley Hunter sigue siendo un Wittebane así que aquella audiencia es más para decidir si el tutor ya es apto para tener al muchacho una vez más.