ALIAD CARSON SUMMER.
¡Santos dragones!
Me había besado, lo hizo sin más, algo que ni siquiera yo sabía que deseaba con tanto fervor, el contacto de sus labios con los míos fué una sensación tan cálida y fresca, como si mi alma tuviera descanso después de tanta tragedia.
Después de aquel beso en el río, me sentí tranquila y felíz a pesar de todo lo que estaba ocurriendo el lograba reconfortar mi espíritu.
Ya había amanecido completamente y ahora mi rostro era bañado por los cálidos rayos del sol, Caleb y yo regresamos juntos al campamento, ninguno de los dos se atrevió a decir nada, no hacía falta pues compartíamos los mismos sentimientos, cariño, pasión, amor quizá, todo esto hacia que el silencio no fuera para nada incómodo.
Al llegar vimos que Jack ya se encontraba preparando el desayuno así que sin más comenzamos a ayudar.
El ambiente entre Caleb y yo era distinto, era como de complicidad. Ambos estábamos concentrados en ayudar a Jack, pero era inevitable desviar la mirada por momentos, como si ambos aún pudieramos percibir el roce de nuestros labios. Sin enbargo tenía algo bien en claro, no podíamos distraernos de nuestras prioridades: salvar a Mia, recuperar a Jafet y devolverle la paz a Ogren. Mi hogar.
— ¿Me pueden decir qué les sucede a ustedes dos? —pregunta Jack rompiendo el silencio.
— ¡Nada! —decimos los dos rápidamente.
La expresión de Jack se vuelve aún más confusa, creo que sí estamos actuando raro después de todo.
— Debe ser consecuencia del viaje, el cansancio y esas cosas, Jack —Caleb se apresura a dar una mejor contestación.
— Si, todo lo que ha pasado nos ha dejado exhaustos —digo para reforzar sus argumentos.
Eso parece darle gusto a su curiosidad pues cambia de tema en segundos.
— De acuerdo, entonces comamos, iré a buscar unas cosas a mí tienda —se da la vuelta — si es por el beso que se dieron en el lago, yo no vi nada.
Y así, sin más, se va a su tienda a "buscar unas cosas." Inmediatamente nos sube la sangre a las mejillas, somos incapaces de mirarnos a la cara hasta que Jack vuelve y Caleb le da un codazo.
— La prudencia no se te da para nada bien, Jack.
Él se ríe a carcajadas y como si nada comienza a devorar su desayuno; nosotros hacemos lo mismo.
Dracky había ido a cazar por su propia cuenta.
Fuera de ese momento incómodo el día transcurrió con normalidad; después de levantar el campamento seguimos con el viaje. Aún faltaban algunas horas para el anochecer, el bosque parecía hacerce más y más espeso como si hubiéramos llegado a la parte más siniestra de este lugar.
Caleb y Jack se encargaban de recolectar leña para hacer una fogata mientras yo trataba de entrenar un poco con mis dones malvados, aún era incapaz de dominarlos y mucho menos contenerlos, eso me da mucho miedo pues no sé si pueda conseguirlo algún día y no quería herir a nadie a causa de eso.
Estaba tan concentrada en dominar mis dones cuando de pronto escuché un ruido extraño, como el crujido de hojas secas que han sido pisadas fuertemente, algo me dice que no son mis amigos así que corro a ocultarme detrás de un árbol, encogiendo mis alas lo más posible para que sea lo que sea no pueda verme.
Examinó el bosque a mí alrededor con la mirada. Nadie, absolutamente nadie. Estaba a punto de salir de mi escondite cuando de pronto noto algo extraño en el suelo, marcas de huellas en la tierra, como si algo que no puedo ver estuviera ahí parado. Esperando.
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ALIAD Y EL IMPERIO DE OGREN
FantasyReinos que necesitan a un salvador, personajes que buscan redención, seres de luz y criaturas de oscuridad habitantes de tierras mágicas sin fin. Traición, recuerdos olvidados y el peso del pasado que se refleja en el presente ahora incierto. Aliad...