En los días anteriores me dediqué por completo al cuidado de Emily, pese a que logró recobrar el conocimiento la misma noche de la coronación, se encontraba demasiado cansada y sin fuerzas para hacer nada más que recostarse en cama.
Mi madre y Caleb sin dudar me concedieron unos días para dedicarlos a pasar un tiempo con mi amiga, suspendiendo así nuestras labores, lo cual lo agradecía enormemente. Sin embargo, una vez que Emily estuvo de mejor semblante y humor bien debía dar inicio con mis deberes.
Los primeros días, como era de esperarse, fuí un completo fracaso, todo requería gran esfuerzo físico, cosa a lo que indudablemente no estoy acostumbrada, sin embargo con el entrenamiento solo me he ganado unos cuantos golpes que me han causado nada más que magulladuras, raspones y dolor de cuerpo incesante, cosa a lo que Caleb atribuye como "detalles menores" pues según él, muchos de sus aprendices han resultado con lesiones más significativas.
Si bien ahora poseo mayo fuerza eso no evita el que sea duro el tan sólo levantarme de la cama para un día más de entrenamiento.
Me encuentro caminando en los pasillos del castillo con Caleb a mi lado, nos dirigimos al centro de entrenamiento para un nuevo adiestramiento en combate. Al igual que Caleb, llevo puesta ropa holgada y simple, según él, para mejor movilidad. Siento el cuerpo pesado por el gran agotamiento que he tenido últimamente, los párpados me pesan pues como la cereza del pastel no he podido dormir de la mejor manera y es que con las inmensas alas que ahora cuelgan de mi espalda es difícil encontrar una buena posición para conciliar el sueño, según mi madre me acostumbraré con el paso del tiempo, pero cuanto no daría por tener un buen descanso, más ahora con todo el cansancio que he acumulado. Aún así pretendo poner gran empeño pues como me dijo mi madre esta mañana, tengo que mantener en balance mis poderes y desarrollar total control en mis habilidades. Quiero demostrar que no soy mala y ganarme la confianza de todos.
Por fin llegamos al lugar de entrenamiento, un cuarto amplio y casi vacío pues sólo hay armas, escudos y una arena de combate. Caleb se posa frente a la gran pizarra que hay en la sala y comienza a explicarme los diferentes tipos de combate, métodos de práctica, ventajas y desventajas de cada ataque, etc.
— Muy bien Aliad, como ya te he explicado en los días anteriores, el combate cuerpo a cuerpo es la forma más antigua conocida en la lucha, es una expresión militar instruida por nuestros guerreros en Ogren. Primero que nada, Aliad, debes saber que es importante que analices a tu oponente, te ayudará a planificar posibles ataques y sacar ventaja de sus puntos débiles.
Su expresión es sería y sus facciones relajadas.
Caleb continúa con su instrucción.
— Tienes que aprender a aprovechar las debilidades de tu adversario y usarlas en su contra —me explica pacientemente— Con la práctica irás aprendiendo, estaba pensando que podrías utilizar tus alas, son fuertes y si aprendes a atacar primero tienes más posibilidades de ganar.
— Entiendo, ¿pero cómo haré eso?
Hasta ahora no había usado mis alas en combate y en los entrenamientos anteriores me enfrenté con algunos guardias del castillo, quienes al principio dudaron en participar pero Caleb supo convencerlos.
— Hoy pelearás conmigo —dice decidido.
— ¡¿Que?! ¡¿pretendes que yo luche contra ti? —no me esperaba esto, al menos no tan pronto.
— Por supuesto, ¿tiene algo de malo?
— Bueno, eres el capitán de la guardia y puedo asumir que si llegaste a ese puesto debes superar por mucho a tus hombre —digo mirando fijamente sus ojos negros.
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ALIAD Y EL IMPERIO DE OGREN
FantasyReinos que necesitan a un salvador, personajes que buscan redención, seres de luz y criaturas de oscuridad habitantes de tierras mágicas sin fin. Traición, recuerdos olvidados y el peso del pasado que se refleja en el presente ahora incierto. Aliad...