Capítulo 16: No tengo miedo.

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Algo aguardaba en las sombras, algo nos esperaba.

Es cruel, oscuro, siniestro...

El frío del bosque se hacía presente, la niebla descendía cada vez más rápido, las hojas secas crujían con cada paso de Dracky, el ahora exhausto dragón que nos acompañaba; llevándonos en su musculoso y escamoso lomo.

Unos cuantos minutos nos quedaban, sólo eso y nada más para encontrar un lugar medianamente aceptable para acampar antes que la puesta de sol llegará a su fin y diera paso a la espesa noche, sin embargo y debido a la inmensidad de la bestia que traíamos con nosotros era casi imposible.

Después de tanto buscar, por fin decidimos acampar en un claro del bosque, perfecto para el gran tamaño de Dracky y perfecto para nosotros pues el terreno se prestaba para armar el campamento, cuando por fin logramos encender la fogata, Jack comenzó a cocinar, algo sencillo, lo suficiente para no morir de hambre; Dracky se acomoda para rodearnos a todos con su cálido cuerpo, un acto reconfortante de amistad, lo cual agradezco pues no me apetece morir congelada esta noche.

Caleb busca en los sacos de comida y saca pan, agua y un poco de fruta y aunque no es lo mismo que cenar en casa estoy realmente agradecida de que pudiéramos traer lo más elemental para el viaje.

Devoramos todo sin decir una sola palabra; todos estamos muy cansados pues el día de hoy tuvimos unos inesperados problemas. A medio dia cuando tomábamos un descanso, una manada de lobos se acercaron, nos atacaron y pese a que logramos escapar de ellos sin recibir heridas, más que unos cuantos arañazos al escondernos entre plantas con espinas donde los lobos no se atrevieron a entrar por miedo a salir heridos, fue muy agotador.

Pero esa no es la única razón por la cual el silencio reina esta noche. Han pasado tres días desde que salimos de Ogren y Caleb se a percatado (afortunadamente) de que no estamos solos, y según lo que me ha dicho estos últimos días es, que en este bosque, la única ruta que puede llevarnos al castillo de Luca, está rodeado de monstruos.

<No son de este mundo, llegaron hace cientos de años, quizá miles, cuando estas tierras estaban desiertas, las reclamaron propias y no les gustan los invasores.>

Fueron las palabras que Caleb mencionó para contarme a grandes rasgos lo que este lugar alberga, fuera de eso, no sabemos nada más, no sabemos si se presentarán ante nosotros y nos atacarán, y si lo hicieran, tampoco sabemos cómo destruirlos.

Por eso, el silencio nos invade, pero era de esperarse que el castillo de Luca estuviera rodeado por lugares como este.

No tengo miedo.

Son las palabras que estos últimos días he utilizado para darme valor ante lo que nos rodea, ante lo que nos aguarda.

Por otra parte he continuado con mi entrenamiento de espada pues ahora me será de mucha ayuda si se desata una batalla con Luca, también he tenido algunos combates cuerpo a cuerpo con Jack, pues Caleb lo ha nombrado mi compañero de entrenamiento durante el viaje; como era de esperarse, el primer día me dió una paliza, de la cual, aún conservo moretones, aunque ahora estamos iguales pues pude ganar un par de veces al utilizar mis alas como escudo y arma, en el último combate saqué volando a Jack al darle un buen golpe con mi ala derecha, se desplomó por un acantilado demasiado alto como para dar paso a una muerte segura, sino fuera por que he reaccionado al instante para volar y atraparlo justo antes de que se estrellara contra las rocas, filosas y letales. Desde entonces he tenido miedo de volver a pelear con él, no quiero matarlo, aunque sea sólo por accidente, aunque también Caleb le ha atribuido eso a mis dones malvados, diciendo que debo aprender a controlar también esa parte de mi.

— Buenas noches chicos —son las únicas palabras que digo antes de irme a dormir.

— Buenas noches también a ti, princesa —contestan ambos antes de irse también a su respectiva casa de campamento.

ALIAD Y EL IMPERIO DE OGRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora