Aliad.
Mia ha pasado toda la noche inconsciente, pasé la noche en vela cuidándo de ella, está apunto de amanecer y no ha reaccionado, Caleb y mi madre le dieron a beber unas posiones para tratar de despertarla, dicen que el efecto tarda un poco, que no me preocupe pero es imposible no hacerlo, sé que sus desmayos son constantes; ya estoy acostumbrada a eso, pero esta vez es diferente, el sólo pensar que ese hombre pudo hacerle daño, un daño que no hemos notado aún, hace que me sienta muy triste; no me gusta ver asi a mi amiga. Caleb también estuvo aqui toda la noche, pero el sueño lo venció, se encuentra en uno de los sillones, dormido, mi madre salió hace unas horas en busca de Jack, tal vez el pueda hacer algo para ayudarla. La habitación está en completo silencio, los primeros rayos del sol comienzan a filtrarse entre las cortinas, chocan directamente con el rostro de Caleb y poco a poco hacen que despierte, cuando por fin abre los ojos completamente da un gran bostezo seguido de unos estiramientos.
— ¿Por que dejaste que me durmiera? ¿Te quedaste despierta toda la noche cuidando de Mia? —Pregunta frotándose los ojos.
— Te veías cansado, no quise despertarte ni decirte nada —digo restándole importancia— y si, estube despierta toda la noche, Mia no ha reaccionado, ni siquiera se ha movido, me preocupa demasiado como para dejarla —soy sincera, no podría separarme de ella en estas condiciones, sé que ella tampoco lo haría si fuera yo la que estuviera postrada en esa cama.
— Lo siento, tenía mucho sueño. Pero Aliad debes de descansar un poco, sé que Mia te importa pero tienes que dormir, ella te diría lo mismo si te viera aqui —dice arrugando el entrecejo, me siento como una niña regañada pero aún así no cederé, no me separaré de Mia por ningún motivo.
— No te preocupes Caleb, estoy bien, no tengo sueño —digo para tranquilizarlo pues la realidad es que muero de cansancio.
— No te creo nada Aliad, estas ojerosa y te ves cansada —¡rayos!— ¿Estás segura de que no necesitas algo?
— Bueno ahora que lo dices, un desayuno no me caería nada mal, no he comido nada desde ayer.
— Enseguida preparo algo princesa, ¿prefieres té o café? —pregunta amablemente.
— Te agradecería mucho una rica taza de café —sonrio y él sale de la habitación. Si tenía un poco de hambre.
Mi madre ha tardado un poco, después de un rato sola al lado de Mia, siento como poco a poco el cansancio me pasa factura, casi me quedo dormida sino fuera por que Caleb ha llegado con el desayuno.
— Y decias que no tenías sueño. Deberías de descansar —insiste pero yo me niego.
— Basta con eso Caleb —ya no dice más, me entrega la taza con café y unos panecillos untados con miel, están riquísimos.
— Espero que esto te ayude a reponer fuerzas princesa —dice sorviendo un trago de su café.
— Muchas gracias.
Terminamos el desayuno en silencio, contemplando a Mia que sigue en el mismo estado, sin moverse, tan tranquila, su respiración es tan lenta que apenas se percibe, nos quedamos asi un tiempo hasta que de un momento a otro veo como mi amiga comienza a mover los dedos, la sostengo de la mano y comienzo a hablarle para tranquilizarla un poco, en eso llegan mi madre y Jack quien rapido interfiere. Sostiene la cabeza de Mia entre sus manos, de repente ella se calma.
— Luca quiere apoderarse de su mente, lo he visto con mis poderes, en este momento la coloqué en un profundo trance para que pudiera tranquilizarse un poco, le prepararé una posión que la ayudará a despertar —nos informa Jack.
ESTÁS LEYENDO
ALIAD Y EL IMPERIO DE OGREN
خيال (فانتازيا)Reinos que necesitan a un salvador, personajes que buscan redención, seres de luz y criaturas de oscuridad habitantes de tierras mágicas sin fin. Traición, recuerdos olvidados y el peso del pasado que se refleja en el presente ahora incierto. Aliad...