ALIAD Y EL IMPERIO DE OGREN

Capítulo 15: Un viaje inesperado, dejando al reino en caos.

La lluvia azota fuertemente los ventanales de mi habitación, este clima no es de gran ayuda pues hace que la nostalgia de todo el reino aumente. Han pasado tres semanas desde que Luca nos atacó, tres semanas en las cuales la incertidumbre y el caos han tomado las riendas del imperio, nunca pensé que fuera Mia quien atacara el reino, después de su desaparición quedó en mi un gran vacío, mi única compañía, la única persona que conoce mis sueños más ambiciosos y al mismo tiempo mis más grandes miedos; ya no está, es difícil no tenerla cerca, Caleb dice que ahora ella es nuestra enemiga, pero me niego a creerlo principalmente por que no siento que sea mi enemiga, considerarla eso sería casi como culpar a su hermano gemelo de ser raptado desde niño, prácticamente imposible.

Lo único que ha evitado que corra a salvar a Mia ah sido la reconstrucción de todo aquello que se vio afectado por el ataque, mi madre a convocado a todo el ejército de Ogren para que ayude en las labores más pesadas, yo en lo personal me he concentrado en usar mi poder de luz curativa para sanar todas las plantas, árboles y animales que fueron heridos, dando prioridad a todas las personas que resultaron con graves quemaduras y sin olvidar a Caleb quien no se ha separado de mi en ningún momento pues él y mi madre temen que escape para ir por Mia, no los culpo, sin dudar lo haría sino fuera por que ni siquiera sé a dónde ir, al menos no por ahora. Lo único bueno que ah salido de todo este rotundo desastre ah sido que al fin tengo visiones, ahora puedo ver pequeñas partes del futuro, y aunque todo es subjetivo, de alguna manera es bueno contar con algo así, ojalá mi primera visión no hubiera sido tan trágica.

— Por favor, Aliad te ruego que dejes de comerte la cabeza, lo echo echo está, no podemos hacer nada para cambiarlo, lo que debemos hacer es seguir adelante y afrontar todo lo que está ocurriendo, no dejarnos vencer por el gran temor que ahora nos agobia, eso es lo que Luca quiere y no podemos darle esa satisfacción —es Caleb que justo va entrando a mí habitación.

— Lo sé, pero no puedo evitarlo, es mi mejor amiga a quién han capturado y cada día que pasa me siento más y más deshecha, mi pesar es tan grande y mi agobio infinito, pero a ti sobra que te lo diga pues tú mejor que nadie sabe lo que se siente, ¿No es así?

— Tienes razón, sé muy bien lo que es perder a las personas que amas, pero precipitarnos ahora traería profundo infortunio, debemos tener un plan si queremos rescatarlos —expresa con suma comprensión.

— ¿Rescatarlos? ¿Quieres decir que...

— Así es, me refiero a mi hermano y a Mia, sé que dije que se había vuelto nuestra enemiga pero no es verdad, si lo dije fue sólo por coraje, no soporto la idea de que mi pueblo y mi gente sea atacada sólo por la avaricia de un hombre tan ruin como lo es Luca, simplemente es algo inconcebible, pero hay que encontrar una solución a todo esto —su preocupación es notable y aunque trate de disimular yo sé que..., al igual que yo, no sabe bien que hacer.

— Te entiendo Caleb, créeme que si, de hecho yo estoy en las mismas condiciones, la rabia por lo sucedido me está consumiendo pero ¿Qué haremos ahora? Sé que la tormenta a frenado la reconstrucción del reino pero no podemos seguir esperando, con cada minuto que pasa corremos el riesgo de que Luca pueda hacerles daño, honestamente, es lo que más me preocupa —confieso.

— No Aliad, primero lo primero, tenemos que quedarnos aquí el tiempo que sea necesario para ayudar a nuestra gente, a pesar de que ya te encargaste de las sanciones aún falta mucho por hacer, no es que Mia y mi hermano hayan pasado a segundo plano pero... —da un pesado suspiro y continua— aquí hay muchas más personas que nos necesitan, además no creo que debas preocuparte por ellos, si Luca quisiera herirlos ya lo hubiera echo, estoy seguro de que sólo quiere utilizarlos para sus malvados planes, así le son más útiles y eso es bueno para nosotros ya que nos dará más tiempo.