Día 3

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Matt

Juls nos citó a Maggie y a mí ayer en la heladería, ella nunca hace eso, siempre tenemos que buscarla, o cuadramos vernos cuando estamos todos juntos, esto esta raro, pero bueno, todo ha ido bien hasta el momento, no creo que pase algo malo ahora.

En este momento me estoy arreglando para salir a la heladería, agarro mi chaqueta y mis llaves y salgo. Mientras tanto que voy a recoger a Maggie a su casa, pienso en lo que vi ayer.

Cuando el director nos citó en el auditorio, todos acudimos, unos por la típica hamburguesa, otros simplemente por obediencia, pero claramente siempre están los que se escaparon y se fueron a sus casas saltándose la citación del rector. Generalmente eso da igual, cada quien y su vida, pero ayer vi como Adam tenía acorralado a un muchacho. Iba junto con los otros dos que siempre andan con él, y vi cómo se lo llevaban obligado afuera del colegio en el auto de Adam.

Siempre he sabido que no es la mejor persona, pero nunca lo había visto hacer algo así, intimidar a alguien y forzarlo a irse con él. No es una conducta normal, en sí, él es muy misterioso, por eso no me agrada que este con Juls. Ella merece mucho más que comportamientos extraños y dudas.

Dejo a un lado mis pensamientos cuando llego al frente de la reja blanca que encierra la casa de Maggie, toco el timbre y al momento sale la pelirroja con una gran sonrisa en la cara, se acerca a saludarme con un cálido abrazo.

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Juls

Voy tarde como siempre, a mi cita con Maggie y Matt. Apresuró el paso saliendo de mi casa hacia la heladería.

A los tres minutos llego y los encuentro esperándome en una bonita mesa decorada con un centro de mesa de rosas artificiales. Siempre me ha gustado esta heladería por eso, tiene una decoración muy bonita, se ve que cada detalle fue puesto ahí con empeño y fue pensado de manera estratégica.

Me acerco con una sonrisa que esconde lo intrigada que estoy debido a mi teoría  acerca de que Matt este enamorado de alguna de las dos. Puede ser solamente alguna idea mía, y en realidad sea una buena chica que conoció aparte. Es muy ingenuo pensar que solo nosotras podemos ser, y obviar que el resto de mujeres en su vida no puedan ser aquella chica.

Pero también esta la posibilidad de que así sea, y entonces seria obvio que es Maggie, todo el tiempo está con ella y tienen una buena conexión. En cambio yo, no tanto. Aunque podría decir que él siempre ha estado ahí para mí en las mejores y en las peores, pero de eso se trata la amistad ¿no?.

Finalmente me siento y los saludo, pedimos tres helados y empezamos a discutir por milésima vez ¿Por qué a Matt no le gusta el helado de vainilla? Es decir, es lo mejor del universo. Él siempre prefiere el de chocolate, no lo discuto es delicioso, pero el de vainilla es el mejor y a él no le gusta.

Después de diez minutos discutiendo sobre sabores de helado, nos los entregan y decidimos ir comiendo los helados mientras vamos al parque del lado, hoy no hay tanto sol, hay que aprovechar.

Nos sentamos en el césped, y comemos en silencio mientras miramos a los niños jugar con sus mascotas a unos metros de nosotros, pero entonces Maggie acaba con el silencio diciendo:

-¿Y ese milagro que nos citaste?- Acepto que nunca lo hago, pero no pensé que lo tuvieran en cuenta.

- ¿Necesito una razón para querer verme con mis personas favoritas?-  esbozo una sonrisa, pero entonces Matt responde:

-No, pero si esta raro- y después de la frase emite una risa corta.

Veo qué es el momento, a eso vine y tengo que preguntar.

El Diario de JuliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora