Juls
Hay momentos en los que sinceramente quisieras desaparecer del mapa, que te tragara la tierra o hacerte invisible.
Bueno así me sentí yo cuando abrí la puerta de mi casa y entré con Adrián, para encontrarme con la figura de mi padre parado con los brazos abiertos esperándome.
Había deseado su llegada por meses, pero no esperaba encontrármelo justo cuando estuviera llegando con un chico desconocido para él en la noche. Mi padre es bastante celoso, no tanto como Adam, pero sí.
Apenas entramos ahí estaba su figura, con una enorme sonrisa y los brazos abiertos, que claramente al ver que no venía sola, los bajo y frunció el seño.
- ¿Papá?- fue lo único que pude articular.
- Juls- fue lo único que dijo con un tono de desconcierto.
Nos quedamos así unos segundos, pero entonces fui consciente de su llegada más allá de las circunstancias y fui corriendo a abrazarlo. Él me abrazo y volvió a sonreír de inmediato. Sin embargo apenas me aparte pude ver como examinaba por ensima de mi hombro a Adrián. La discreción no era su mejor virtud.
El pobre chico seguía al frente de la puerta y medio se movía un poco incómodo mientras buscaba salvación en los cuadros o sillones de la entrada.
Quise evitar que mi padre lo intimidara más aún, entonces me devolví lo tome de la muñeca y lo traje conmigo y los presente:-Papá, él es Adrián.- dije y el chico extendió su mano para que mi padre la estrechara, este la estrecho no muy convencido, pero el todo es que lo hizo y no lo dejo con la mano estirada. Luego dije:
-Adrián, él es mi padre- seguían con las manos estrechadas, entonces solo dijeron al tiempo "Un gusto".
Pero ósea soy Julia, en mi vida no todo es tan sencillo. Mi papá tenía que decir:
- ¿Y ustedes dos qué?, ¿Dejaste a Adam por éste?- y si señoras y señores me quería morir. Sentí cómo los dos esperaban una respuesta, pero claramente mi padre una literal a sus preguntas, y Adrián una sobre Adam. Hasta ese momento caí en cuenta que Adrián no tenía idea de la existencia de Adam.
- Adrián es mi amigo- dije finalmente.
Y ante eso mi padre asintió lentamente mientras repasaba de nuevo a Adrián. La tensión se sentía en el ambiente. Pero en definitiva la vida siempre haya la manera de sorprenderte y mi padre dijo:
-Que lastima, este se ve mejor que Adam, aunque pensándolo bien, todos son mejores que Adam.- dijo en un tono tranquilo y a la vez como si estuviera descubriendo algo.
Ante eso pude ver cómo Adrián sonrió por lo bajo intentando contener una risita, me voltee y lo mire mal para luego mirar mal a mi padre. Y como si fueran de la misma familia los dos alzaron las manos a manera de rendición.
- Ven chico, ¿quieres algo de tomar?- le dijo mi padre a Adrián.
- Un poco de agua por favor- le contesto él.
Y se adentraron en la cocina como los mejores amigos del mundo. A mi ni agua de la llave me ofreció.
Estuvieron ahí hablando un rato mientras yo los veía charlar. Pero luego bajo Abi y abrazo a mi padre, pero claramente ya lo había visto. Le sonreí con dulzura y le abrí los brazos para que me abrazara. Pero no me di cuenta que atrás mio estaba Adrián haciendo lo mismo, y adivinen a quién abrazó y a quien ignoro. Si señoras y señores mi familia quiere más a Adrián que a mi.
Puse mi mejor cara de indignación y me fui a preparar un milo. Ante mi gesto ellos rieron, y yo estaba conteniendome para no hacerlo también.
Hablamos un rato, pero no pasó mucho tiempo para que mi madre bajara y lo saludarla con la misma especialidad:
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El Diario de Julia
RandomMucho gusto: Julia Rogers 16 años, Estadounidense. Acá les contaré una historia, mi historia. Yo tenía toda mi vida arreglada. Crecería, me mudaría cerca de mis amigos, haría una carrera universitaria común...en general una vida común y corriente. P...