Día 4

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Juls

Ya ha pasado una semana desde que descubrí que Matt estaba enamorado de mi. Ha pasado una semana desde la última vez que lo vi. Ese viernes es un día que marcó nuestra amistad, es el momento que aún no sé cómo no me pude dar cuenta.

Me la he pasado con Maggie y Adam casi todo el tiempo, cuando no estoy con ellos he estado cuidando a Nataly, pero si soy sincera he estado ausente con todos de cierta manera.

Desde que Maggie me mostró la carta que me dejó Matt, sólo he pensado en eso. No me puedo creer que se haya ido, que no se haya despedido en persona, aunque de cierta manera lo entiendo.

En la carta solamente me decía que tenía que irse para superar todo, pero que siempre estaría para mi, que si lo necesitaba sólo tenía que llamar a la casa de un tío adonde él se fue en Inglaterra. Pero me pidió el favor que sólo lo buscará si en realidad lo necesitaba, pues la idea era alejarse de mi, pues al mantenerse en contacto iba a ser aún más difícil. Finalizó diciéndome que me ama y, pidiéndome que lo perdone por despedirse por una carta.

La verdad espero que logre todo, que ese viaje lo ayude, pero no niego que me hace falta, y a Maggie sobra decir que aún más. Además de eso, Adam ha estado más raro de lo normal. Cuando hablamos me saca excusas que ni se esmera en crear, pero no le digo nada. Supongo que necesita su espacio.

En este momento voy al centro de la ciudad, voy en el bus. Necesito comprar unas cosas para el cumpleaños de mi mamá que es en unos días. Pero antes voy a caminar un rato.

Me bajó del bus y empiezo a caminar, miro a la gente pasar, y continúo mirando los poderosos edificios que se alzan a mi alrededor. Entre esos edificios encuentro el cine, que para variar está solo, y en cartelera sólo hay tres películas; dos de romance y una de acción. Me quedo un momento leyendo los posters que hay de cada una de ellas. Me veo interrumpida por alguien que toca con su dedo mi hombro por atrás, haciéndome voltear para verlo y escuchar su voz masculina diciéndo:

-Disculpa, pero ¿te molestaría ver "Vida o muerte" conmigo?- dice lo más normal del mundo, mientras me muestra dos boletos que tiene en sus manos para la película de acción.

Hay que aceptarlo es bastante guapo, de una manera muy diferente a Adam, pero igual de atrayente. Adam tiene ese estilo de chico malo, que viste de negro y utiliza muchas joyas y tiene tatuajes. En cambio el chico de las boletas viste con unos jeans oscuros, unos tennis relativamente altos, una camiseta blanca más larga de lo común, y una  chaqueta de cuero negra.

Pero en definitiva su mejor accesorio son sus ojos y su sonrisa, tiene una sonrisa relajada y simplemente perfecta. Es ese tipo de sonrisa a la que no le negarías nada y, no te cansas de ver. Y sus ojos son color Hazel, rodeados de una línea espesa de pestañas y unas cejas envidiables.

Después de repararlo por un momento le digo volviendo a la realidad:

-¿Quién eres?- a lo que él me responde:

-Oh, perdón, debes pensar que soy un acosador o algo así, y puede que un poco pero...-Paró de hablar y al ver que lo puse un poco nervioso, dejé escapar una pequeña risa por lo bajo inclinando un poco mi mirada a sus zapatos, entonces él prosigue: -Soy Adrián, mucho gusto- y estira su mano esperando y yo se la estrecho de vuelta.

-Bien Adrián, entonces cuéntame ¿por qué estas invitando al cine a una desconocida?- Digo evadiendo mi presentación, en tono inquisitivo y un poco divertida. Lo miro directamente a los ojos y se pone aún más nervioso, diría que hasta sonrojado.

Adrián agacha la cabeza con una sonrisa nerviosa

- Pues así como invito a una desconocida a el cine, puede que también le cuente la tragedia que es mi vida amorosa en estos momentos, claro está, si cierta desconocida promete no burlarse- dice y sube la mirada manteniendo la cabeza un poco hacia abajo, esperando una respuesta.

El Diario de JuliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora