OUR SIMPLE STORY

CAPITULO 16:

Un nuevo día comenzaba y las ojeras de Saiki no desaparecían, podría restaurarse un día antes para aparecer como nuevo pero sería una pesadilla al día siguiente, recibiendo caras de preocupación apenas cruzó la puerta este los evitaba diciendo que no le era importante y que no había razón alguna.

Decidiendo insistir por mas tiempo y viendo que se negaba lo dejaron ser antes de que comenzaran las clases

-Hola Saiki- Saludaba Satou con otra sonrisa

-Buenos días- respondía seco

Volviendo a hacer uso del anillo de Galeno tomaba clases.

Saiki varias veces recibía la atención del profesor, pero este con sus poderes lo evitaba antes de que se dirigiera a el sintiéndose mal solo por un momento.

Satou constantemente pensaba en lo que le pasaría al pelirosa y a sus amigos pues lo veían con preocupación desde ayer. Las clases acababan y Satou estaba dispuesto a lo que fuera para que Saiki aceptara a ir con el a aquel café.

-¡Saiki!- Le gritaba una vez había agarrado sus cosas para retirarse.

-“Si”- Algo distante pues su voz no lograba articular mas.

-Saiki quieres ir conmigo a un café- Decía algo nervioso pues la respuesta le pareció seca y su reacción le decía que en cualquier momento lo golpearía.

“Al mismo donde fuiste con Suzumiya” Las palabras no salían y un pensamiento llego a su mente repentinamente, puedes ser un AMIGO

Le era complicado pues la palabra que quería para describirse a Satou, de pronto le pareció molesta.

-“Claro”- Porque él era un buen amigo…

Afuera del café se replanteó lo que estaba haciendo, le producía un sentimiento contradictorio, sin embargo ahí estaba de camino había soportado las constantes miradas del contrario pues al tener el anillo de Galeno le era imposible leer la mente de Satou y no encontrar un “Que buen amigo es Saiki” o “Le pediré consejos para conquistar a Suzumiya” No, no, no mientras más aislado mejor.

Llegaron a una mesa afuera en un tipo balcón y una camarera los atendió, eran dos tipos de servicio el pasar por tu pedido al frente o ponerse en un área donde les atendía una empleada.

-Saiki ¿te puedo pedir algo?- Decía con emoción contenida, el peli rosa al ver esto no pudo negarse.

-“Claro”- Algo distante

-Bien…

Habiendo pedido lo demás, pasaron a un silencio incomodo por la mirada de Saiki vagando por todos lados menos en el peli negro, Satou se sintió mal por eso, pero le sacaría la verdad.

Llegaron sus pedidos y el peli rosa solo mantenía la vista fija en aquel vaso gigante donde se encontraba la mejor gelatina vista por Saiki, sin poder ocultar la emoción que lo embargaba.

Sus ojos brillaban con cada movimiento de la camarera al colocar sus respectivos pedidos, enterneciendo a la camarera y a Satou por aquella reacción parecida a la de un niño al ver su dulce favorito.

-“Esto…”- Se había quedado helado pues él según las cuentas que sacaba de su semana aquello no le alcanzaba.

-No te preocupes yo invito- veía alegre a la persona frente a él

-“Pero...”-

-No te preocupes recibí dinero extra- Y no era mentira él tenía un trabajo de medio tiempo -Solo déjame invitarte, resulta que ayer justamente vine con Suzumiya y sin pensar demasiado pedí la gelatina porque me recordó a ti ah…- Se rascaba nervioso la cabeza

-Lo que quiero decir es que quería venir contigo porque sé que es algo que te gustaría probar- “Y que no era lo mismo sin ti” pensó irremediablemente mandando al diablo sus dudas decidido a disfrutar el momento.

Saiki lo veía tan decidido maldiciéndose internamente por no haberse quitado el anillo y ver lo que pensaba, que justamente imagino algo vergonzoso pues su reacción era demasiado obvia.

-“Muchas gracias Satou”- Decía con una sonrisa restaurada

-¿Ya no soy Hiroshi?- Lo dijo tan natural y tan golpeado que al peli rosa le causó ternura “Como…”

La risa le ganaba a Saiki “Pff” había soltado en el proceso dejando a un Satou embobado por aquella escena, sus mejillas teñidas de rojo, esa gran curvatura en sus labios… le deseaba.

Saiki decidido a disfrutar ese momento pues aunque no ganó en el amor todavía le quedaba su amistad sintiendo esa amarga sensación lo dejó pasar.

La convivencia se volvió amena y aquella expresión en el rostro de Saiki le gustaba aún más a Satou, las expresiones en el rostro de Saiki jamás se le iban a olvidar en especial la primera…

-¿Y bien?- Preguntaba con cautela esperando su opinión

-“Es como si los ángeles lo hubieran preparado, tráeme al chef mismo …”- decía completamente alegre, sonrojado y con ojitos brillantes que lo miraban a él, solo a él. -“Esta delicioso”- finalizó dándole otra mordida con una cara de satisfacción mejor que la anterior.

Así transcurrió la tarde un Saiki con una taza de leche y una gran porción de gelatina de café frente a su persona favorita, aquella que debería no gustarle y sin embargo lo hace.

Satou no pensaba solo disfrutaba notando inevitablemente la diferencia entre ambas personas, las pequeñas interacciones de Saiki lo ponían feliz así como sus gestos al comer gelatina de café. Le gustaba todo de él, le era imposible imaginar algo mejor.

Saiki había olvidado quitarse el anillo…

La tarde fue increíble y la sensación de sentirse completo regresó a Satou con normalidad, aun no estaba decidido y tenía cuestiones en su cabeza pero aun asi se retiraron del café.

Aunque Satou se dijo que no compararía a nadie terminó viendo diferencias que antes no había notado, esa misma tarde era cálida sentía que sus problemas eran reemplazados por aquella mirada morada, sentía felicidad con su sola presencia se sentía bien aun con su silencio.

Por otro lado Saiki se planteaba una nueva salida con el pelinegro, tal como él sentía que su simple presencia le era relajante, se sentía en paz se sentía normal y feliz, como siempre deseo y si ese era su deseo cumplido por permanecer como su amigo, que así sea.

Saiki olvidará todo con tal de permanecer al lado de Hiroshi como su amigo, he de admitir que algo así es 100% canon :'^ por más que me llegó a doler en su momento...

Espero les haya gustado sin más hasta la próxima c: