CAPÍTULO 11:

1.2K 134 161
                                    


La sonrisa de Saiki no se disipaba por nada del mundo y eso era lo que mas asustaba a sus padres en el desayuno incluyendo a su hermano. A pesar de saber la causa, no se acostumbraban a verlo de esa manera.

-Te va a doler la mandíbula si sigues asi- Su hermano comentaba burlón tenía puesta la diadema que anulaba sus poderes, pensando que Kusuo le reclamaría por ello de la apuesta pero no hubo respuesta alguna.

Saiki estaba en una constante de sentimientos, se encontraba feliz y al poco rato furioso y más tarde confundido. Pero la mayoría del tiempo se encontraba feliz

-Hijo, tienes planes para el fin de semana-
Asi es se encontraban en fin de semana y aquella época antes de las dichosas vacaciones de invierno. Negaba.

-Puedes traer a tus abuelos, ellos se quedarán el fin de semana- Su madre con una sonrisa le pedía un favor a su hijo.

-“Claro”- la mente de Saiki no se encontraba en este planeta.

-Me puedes traer una muestra del Antártida- Su hermano le pedía mientras comía Gachas

-“Claro”-

-Nos llevarías a la playa- Su madre comentaba, divertida por el comportamiento de su hijo.

-“Claro”-

-Me llevas todos los días al trabajo- Su padre se unió

-“Ni lo sueñes”-

-Ah-

El ambiente se volvía aun mas calmado la nueva actitud de Saiki enamorado les era divertida.

Terminando su desayuno los demás se pusieron a hacer lo que usualmente hacen un fin de semana mientras Kusuo iba por sus abuelos.

Al llegar como siempre los saludos usuales y abrazos de la abuela a sus nietos, mientras el abuelo se moría por abrazarlos sin embargo se mantenía firme. Saiki con la mente en las nubes extendía sus brazos a su abuelo después de abrazar a su abuela.

“¡Milagro divino!”

La mente del mayor no dudo ni un momento y lo abrazo, todos se encontraban en shock pues el abuelo nunca era asi y Saiki le era irrelevante aquellos pensamientos de abuelo consentidor. Saiki al sentir esos brazos se quedó estático, una escena por demás incomoda.

El abuelo bailaba en las nubes irradiando felicidad mientras hablaba con su hija, cuñado y esposa. Un cambio brusco, a decir verdad.

Saiki saliendo de su trance con los brazos aun extendidos decidió ir a su habitación. El día transcurría con tranquilidad y eso era…. Raro.

¡Ding!

El timbre, sonaba y eso no había previsto Saiki sabiendo de antemano quienes eran Reita, Aiura y Akechi quienes querían saber cómo le había ido en su cita, un dejavu llego a Saiki.

-Saiki tus amigos vinieron a verte-

“¡Amigos!” Su abuelo emocionado por conocer a los amigos de Saiki.

-Bu… buenas tardes señora- Reita temblaba por el frio, pero con una sonrisa.

-Buenos días, venimos a ver a Saiki- Aiura se adelantaba a saludar a los demás con su peculiar carisma.

-Oh, la agradable chica de la discoteca- su abuela reconocía de quien se trataba y sin duda quería que ella fuera la madre de sus bisnietos, por otro lado, su abuelo dio una mirada molesta pues había querido a Teruhashi para su nieto, incontables veces discutían por ello… Lo que ellos desconocían era que aquellas chicas estaban muy por debajo de otra personita completamente opuesta a ellas en cualquier sentido.

OUR SIMPLE STORY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora