CAPITULO 1:

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Un día normal para Saiki es inexistente empezando por sus amigos aquellos que simplemente lo tomaron como todo un buen amigo a pesar de no haber hecho nada para atraerlos, asi es, él era un imán de rarezas y no era menos pues el era un psíquico proclamado con muchos poderes interesantes, pero eso no lo sabían los demás haría lo que fuese para evitar que se descubra su más grande secreto.

Pero ¿qué era lo que en realidad quería Saiki?

La realidad lo golpeo dando a conclusión de que nunca sería normal a pesar de aparentar eso, bien por lo menos lo aceptaba y trataba de llevar sus días relativamente “normales” hasta que aquel chico apareció Hiroshi Satou, hasta su nombre tan común y corriente como cualquier persona llamada Satou en Japón, manteniendo un margen de simplicidad tal que Saiki lo alababa por llevar la vida que él mismo habría querido. Si bien no se consideraba un acosador, bueno…

Tratándose de Satou era diferente

Siempre ayudaba a los demás, a su mente llegó aquel recuerdo de Kaido y la supuesta unión oscura que lo trataba de “reclutar” pero en realidad lo asaltaron, Saiki no se permitiría tal cosa por ello actuó como tal salvando a Kaido de esa manera ayuda a sus amigos.

Si bien ese tipo de amigos tan raros no era lo que esperaba, eran fastidiosos y divertidos, por lo cual nunca se aburría aunque eso no lo admitiría.

Saiki caminaba divagando en sus pensamientos mientras frente a el iba nada mas y nada menos que Satou si aquel chico normal y por el que hizo toda esa introducción en su cabeza, era la primera vez que quería entablar una amistad con alguien tal vez le daría una oportunidad si lo intentaba de nuevo, de pronto recordo aquella desastrosa tarde donde al querer ser su amigo este fue rechazado por ser raro y sin dirigirse a Saiki, bien era de esperarse pero eso no importaba mientras Saiki lo seguía admirando por lo normal que llegaba a ser.

Y no era un acosador o no, no, no….

Bueno quizá solamente lo siguió aquel dia por salvarlo de aquel delincuente y aquella vez donde lo encontró por casualidad en el supermercado mientras compraba gelatina de café y Satou compraba flanes para su hermano, “oh ese recuerdo” la mente de Saiki repentinamente entraba en un flashback… 

El supermercado donde Saiki revisaba las ofertas de gelatina con café de manera minuciosa de un momento a otro encontrar a su lado a Hitoshi satou quien hacia lo mismo, pero en la sección de flanes sin prestarle atención agarraba la marca más conocida y los metía a la canasta mientras giraba sobre sus pasos a la sección de limpieza, Saiki por instinto se escondió y lo siguió con la mirada. ¡Completamente normal! Satou escogía productos de limpieza, Saiki lo admiraba mientras escuchaba sus pensamientos, pero algo lo descoloco al escuchar

“Vaya no hay el detergente que busco en este apartado… si mi memoria no falla ese era el compañero de mi escuela me hubiera encantado hablar con el, pero que digo si nunca nos hemos dirigido la palabra… ese estilo de pelo es irreconocible y muy llamativo de alguna manera es genial, como el protagonista de un anime” Pensaba mientras veía un detergente sin percatarse de la mirada de Saiki

“Piensa eso…” En ese instante Saiki se desconectó por completo de los pensamientos de las demás personas y se centro en aquella gelatina de café que se derramaba en su mano por la presión mientras su cara mostraba un leve sonrojo
Después de aquel recuerdo volvía a la realidad aquella en la que Kaido y Nendo lo llamaban desde la esquina… ¡¿Kaido y Nendo?! No, no, no, no de todos los días habidos y por haber tenían que escoger ese día para que Kaido llevara una gran gabardina gótica mientras Nendo se hurgaba la nariz, bueno eso es relativamente normal, pero ¡no! bien, el destino estaba en su contra como los otros días, no era que le avergonzaban sus amigos a veces simplemente no podía con ellos

-¡Oh Saiki!- Saludaba Kaido alegremente mientras agitaba su mano

-Compañero- le secundaba Nendo yendo a su encuentro

“Simplemente desaparezcan”

Saiki solo levantaba su mano correspondiendo el saludo mientras veía a Satou que seguía caminando adelantándose sin darle mucha importancia y Saiki lo lamento muy dentro de él.

En el camino a la escuela Satou seguía sin mirar hacia atrás, aunque le llamaba la atención ese grupo de amigos pues siempre veía al pelirosa alrededor de raros sucesos como aquella vez que su grupo se perdió en una isla desierta, desde esa distancia los escuchaba pelear a quien curiosamente no oía era a aquel pelirosa pues su voz era diferente a las dos que peleaban. Asi que de manera cuidadosa sin ser exagerado volteaba y por el rabillo del ojo veía a Saiki discreto quien caminaba de manera tranquila con una leve sonrisa.

“Bingo” Saiki por dentro estaba que bailaba de la emoción pues los pensamientos de Satou lo pusieron en pánico al ver que tenía curiosidad por su persona no pudo haber planeado mejor la estrategia de ser amigo de Hiroshi Satou, o bueno eso pensaba porque en realidad no tenía estrategia alguna.

Satou volteo volviendo a sus pensamientos “Nunca tienen días aburridos” pensaba alegre

Un golpe.

Un duro golpe al pecho de Saiki Kusuo, pues el quería ser amigo de la persona que consideraba más normal de la tierra, lo que más le dolió fue el que él quería una vida normal como la lleva a diario Satou, pero el pensaba de manera diferente….

No espera eso quiere decir que ¿Se fija en mí por ser divertido o interesante? Mientras Saiki seguía con su monologo interno otras dos personas paraban de pelear para centrarse en el pelirosa y en la mirada que tenía pues Kaido y Nendo solo lo veían de esa manera al comer una gelatina de café

-Saiki, oye ¡SAIKI!- Gritaba Kaido al ver su rostro “¿que lo puso de esa manera?” pensaba Shun mientras Nendo solo veía la escena, su mente como siempre un enigma

-Yo- Saludaba Aren quien se dirigía a la escuela y se los había encontrado de casualidad

Saiki rápidamente volvía a la normalidad y veía como, cada vez más, Satou se alejaba, bueno por lo menos ahora se daba cuenta de su presencia y eso lo alegraba, quizá acercarse demasiado no era la manera correcta, tendría que tantear el terreno primero, con una sonrisa de victoria caminaban mientras los demás veían el cambio abrupto en el rostro del peli rosa.

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