Capítulo 11: Legalidad y amor.

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En cuanto la luz del día apareció por la ventana de nuestra habitación, salté de la cama directo al baño. Si no ayudaba a mi cuerpo a acabar con esta tensión pronto, creo que explotaría. Puse un encantamiento de repulsión en la puerta, solo por si acaso y puse manos al asunto. Unos 10 minutos después y una ducha de agua fría, solucionaron el problema. Entreabrí la puerta del baño y susurré para no despertar a Lilith que aún dormía tendida en la cama. -Accio.- un par de boxers limpios, una camiseta y un par de pantalones salieron de mi baúl abierto y se dirigieron hasta mi mano. Me vestí y salí del baño con un poco más de calma. Cómo era posible que esa cosita que dormia babeando la almohada pudiera dominar la legeremancia, invocar al vacío y controlar las mentes más incautas y manifestar magia sexual sin siquiera intentarlo, era algo que no cabía en mi cerebro. Y estaba seguro de que Dumbledore tendría cierta fascinación por estudiarla si supiera todo lo que podía hacer. Pensé en comentarlo con él y Severus en cuanto regresaramos a Hogwarts. Claramente, sus manifestaciones de magia iban más allá de mi comprensión.

Rebusqué entre mis nuevos libros y saqué uno que estaba deseando comenzar a leer: se trataba de un tomo de magia oscura. No estaba dentro de los libros prohibidos, porque en realidad no enseñaba cómo practicarla, pero si la explicaba. No me interesaba en absoluto volverme un mago oscuro, así que estaba bien para mi. Pero en el fondo de mi cabeza, la pregunta sobre cómo era posible que un diario de aspecto normal pudiera contener al espectro de 17 años de un hombre que, si de verdad estaba vivo, debería tener unos 60 años, tal vez más, resonaba en el fondo de mi cabeza. El compendio era bastante vago en realidad, pero entonces encontré una descripción que parecía calzar: Un horrocrux era un objeto en apariencia normal, que guardaba parte del alma de la persona que lo hiciera. Si Volvemort había hecho uno a la edad de 17, era normal que esa parte de su alma, tuviera 17 años, ya que el trozo de alma contenida en el horrocrux no era afectado por el tiempo, ni por lo que le ocurriera al mago en cuestión. Es decir, podías matar al mago, y aún así, tendría una forma de regresar, tomando la fuerza vital de alguien que se la entregara al objeto maldito. El diario de Tom Marvolo Riddle debía ser eso, un horrocrux. Tenía sentido. Pero si Tom era la mitad de inteligente de lo que las personas describían, no habría hecho uno solo. Si Volvemort intentaba regresar. Sería vital entender cuántos más había dejado por el mundo, y destruirlos antes de que él encontrara la manera de volver. Derrotarlo, debía ser el último paso. Sonreí con satisfacción. Harry había matado un basilisco y destruído un horrocrux, pero estaba seguro de que nada en él lo había estado pinchando de curiosidad desde entonces. Estaría tan cerca de descubrir lo que era ese diario en realidad, como de domar a un erumpent. Claramente, es por eso que no estaba en Ravenclaw.-

-¿Qué?- Lilith se sentó en la cama un poco desorientada. Me reí. -¿Qué pasa?- la chica se frotó los ojos. -Nada. Tenía un sueño... Raro, y me ha despertado un bicho en mi nariz. ¿Ya estás listo para salir?- preguntó sorprendida. -Si, bueno... Quería tomar una ducha antes de salir y no quise despertarte.- saltó de la cama, se quito mi camiseta y me la arrojó. Olía a desodorante de lavanda. Se puso unos pantalones y una camiseta. -¿Debería comprar una capa para usar en el callejón por encima de mi ropa?- preguntó un tanto insegura. Supongo que su última incursión y los insultos recibidos debían haberla hecho desear pasar desapercibida. O tan desapercibida como su pelo rojo fuego le permitiera. -aun tengo algo de dinero de mi padre y además tenía un lugar donde poner mi varita.- me encogí de hombros -si te hace sentir más cómoda, está bien. ¿Te parece si organizamos el itinerario? Aún estamos a tiempo de hacer los recados antes de medio día, y luego podemos ir al Londres muggle a almorzar y pasar la tarde, si te parece bien.- ella asintió mientras cepillaba si cabello. -Primero que nada, necesito ir a Gringot's. Y tú tendrías que pasar por Ollivander's y llevar a Wandine para que la evalúe. No queremos que tengas problemas en Hogwarts por una varita no autorizada.- luego podemos ir por Madam Malkin, recoger nuestros pedidos de ayer y comprarás tu capa entonces.- dije enumerando el recorrido. -¿Podríamos pasar por la heladería? Dicen que tienen helados de todos los sabores y que no se derriten...- dijo con una sonrisa que recordaba que aún era una niña. -Claro, pasemos por Florean's antes de volver.-

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