Observó los papeles arrimados encima de su escritorio, pensando en la conversación que había tenido con Lan JingYi el día que lo encontró dentro del consultorio, y posteriormente, cuando lo invitó a pasar a su apartamento para una reunión. La noticia del embarazo de su amigo fue algo que lo dejó con muchas preguntas, ya que JingYi no le comentó nada el día después de que se lo confesó en una llamada directa. Y tampoco es como que lo volvió a ver o hablar, dejándolo muy preocupado por dos semanas. Hasta que de repente, supo que se casó y no fue invitado.
Sabía que la familia Lan como otras mencionadas en los medios, tenían mucho poder dentro del gobierno para tapar y destapar noticias que incluían su apellido. No era tan diferente a antes, aunque con los años la tolerancia y el respeto se inculcó, y ahora no impiden ni implementan reglas y requisitos para transmitir por la televisión series de diferentes géneros. Pero si pueden manipular y tomar decisiones sobre sus hijos, nietos y bisnietos en ella como los matrimonios, que se fueron “normalizando” casi forzados para que estos no se desviaran. ¿De qué? De tener una libertad en sus vidas y en el apellido que no podían manchar.
La familia Jiang era un claro ejemplo, ellos entregaron a sus hijos a las familias Jin y Lan. Con la desavenencia de que el hijo de los Jin le fue infiel a la hija mayor de los Jiang, rompiendo aquel esquema de que la familia debe ser la importante. O que el hijo menor de los Jiang tuviera una relación con el Lan promiscuo, segundo nieto de Lan HuLin y del cual, apareció una sorpresa y se tuvo que pasar a firmar papeles en una fiesta de la que sí salió en los periódicos.
–¿Ouyang Yisheng?
El mencionado se giró a la voz de la mujer que esperaba en la puerta semiabierta, sosteniendo tres libros de pasta gruesa.
–¿Está bien? Toqué la puerta varias veces, pero nadie respondía. —aclaró, mirándolo a los ojos. –Y sé que usted estaba aquí, y me preocupó que no me respondiera.
–Estoy bien. —sonrió ZiZhen a la mujer que relajo los hombros. –¿Esos son libros?
–Estos son. —movió la cabeza de arriba abajo, caminando a la mesita que se situaba en medio de una pequeña sala en el cuarto. –También le llegó una caja.
–¿Una caja?
–Sí, de las que siempre vienen cada dos meses.
Ouyang ZiZhen arrugó el entrecejo.
–¿Pesa mucho? Puedo traerla yo.
–Oh, no, no. Ya está. —interrumpió la mujer, caminando de vuelta a la puerta para traer consigo una caja bastante grande, envuelta en papel de regalo verde. –En los libros he dejado el sobre con el que venía. Lo dejaré a solas. —ella dijo, dejando todo en la mesa para salir prontamente.
ZiZhen bufó.
–Agradezco que mi familia no sea parte de esa bola de imbéciles arregla vidas. —siseó. Abriendo cuidadosamente la cinta que rodeaba la caja.
–Mi Jiufu me dijo: Jugar al detective puede interesar, pero también te puede meter en situaciones a las cuales desearías retornar y no saber nada de ello. Nuestro querido Shushu, en tu caso, Yeye; perdió dos veces a un bebé por la culpa de nuestro bisabuelo y el Fuqin de Wen Ruohan. Y la familia Wen con la familia Jin estuvieron relacionados siempre, ya que el sobrino de Ruohan fue pareja de Jin Ling. Nieto de Jin GuanShang. Tú sabes de quien hablamos. Y lo es todavía más, ahora que Wen Qing y Jiang Yanli están casadas. La familia Jin es muy mal hablada por las infinitas infidelidades que hay, como la familia Wen con los sustratos de información ilegal para obtener el imperio que tienen. Aunque esto no puede incluir a los de tu misma generación. –JingYi habló por un buen rato, mirando a ZiZhen que entreabrió los labios. No pudo esconder su risa.
–¿Esto explica el 'fin' de su relación?
–No lo sé. Mi Jiufu tiende a comerse varias palabras mientras nos cuenta.
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9/Meses | WY/LJY.
Fanfiction•Hiatus temporal• ❮ No hay necesidad de sentimientos en una ceremonia que sólo se lleva acabo por un desliz de una noche. Y no es como que necesiten 280 días para convivir en casa en sus tiempos libres para saber si fue o no error dar un gran...