CAPITULO VI: ¿QUÉ ACABA DE PASAR?

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Los días pasaban y yo me enamoraba más de "M" su forma de ser y de pensar me estaba atrapando de sobremanera, cada vez que me decía algo lindo mi cara se sonrojaba y mi corazón latía tan rápido que sentía que saldría de mi pecho corriendo a su encuentro.

Estaba entrando en exámenes de universidad, y yo tenía una regla "NO SALIR CUANDO HAY EXAMENES" pues si llegaba a salir me centraría en cosas diferentes y no podría concentrarme.
Claro que... eso cambio, rompí esa regla cuando le dije a "M" que me ayudara a estudiar, le explique coquetamente que había leído en algún sitio que cuando estudias con la persona que te gusta tu mente retiene mucho más.
Ella curiosa, acepto. Fuí a traerla a su casa y decidimos ir a un pequeño parque que estaba a pocos minutos de su casa, agarre mis cuadernos y nos sentamos en un pequeño circulo que había en el lugar.
Comencé a leer pero creo que ese método que había leído no funcionaba conmigo pues tenerla a la par mía solo hacia que quisiera besarle y tirar todo lo demás. Así que la observe por varios minutos, escuchándola decir que tenia que seguir estudiando, le robe un pequeño beso y luego sonreí. Ella tardo en abrir sus ojos y me miro, me volví a acercar y le dí otro pequeño beso. Y seguí dándole más besos, hasta que ella me detuvo y me dijo que tenia que seguir estudiando, y que ella solo me estaba distrayendo. Intente hacerle caso ¡De verdad! Pero mi mente solo podía pensar en verla y besarle, hice mi mayor esfuerzo centrándome y haciendo a que ella me preguntara varias cosas acerca del tema, y realmente funciono. Me recordé de todo minutos después.
Ví que unos señores no dejaban de vernos así que le dije que fuéramos a estudiar a mi carro, ella acepto. Continuamos leyendo en la parte de atrás de mi carro, pero mi mente ya se había saturado y necesitaba un pequeño descanso. La observe fijamente y me volví a acercar a ella dándole un pequeño beso, me aleje y la observe detenidamente. Sus mejillas sonrojadas hacía que su rostro se viera incluso más hermoso de lo que ya es. Comencé a besarle tiernamente, no podía creer que yo podia estar tocando esos hermosos labios que se habían convertido en mi droga. Necesitaba cada vez más de esa dosis, porque era incapaz ahora de vivir sin ellos.
El beso comenzó a subir de tono, no entendía que estaba sucediendo pero decidí continuar con ello. Hice que ella se sentara en mi regazo y comencé a jugar con su espalda ¡Carajo! ¿Cómo podía ser tan perfecta?.

Después de varios minutos estando así, comencé a caer en cuenta de lo que estaba sucediendo ¿Qué estaba sucediendo? Estaba subiendo de tono el pequeño beso que había comenzado siendo tierno. La tenia sentada en mi regazo y mi mano estaba abajo de su blusa tocando su espalda suavemente.
¡ALTO! ¡ELLA ES MENOR!
Intente detenerme pero mi corazón y mi cuerpo querían seguir estando de esa forma, nunca había tenido la necesidad de estar así con alguien.

¡TIENES QUE PARAR!- susurraba mi mente- No queremos que piense que es solo físicamente que la quieres contigo.

Ambas son virgenes- Volvió a susurrar mi mente- No seas irrespetuosa con ella.

Hice un esfuerzo sobrenatural y aleje nuestros labios, ambas estábamos con la respiración agitada y sonrojadas.
La mire a los ojos y le dije- ¿Tienes hambre?- ella negó con la cabeza y devolvió la pregunta, yo negué con la cabeza también. Le dije que teníamos que comer a pesar que no teníamos hambre, amablemente quite su cuerpo de encima de mi regazo y fuí a la parte de enfrente de mi auto, ella también se sento al lado mío en el asiento del copiloto.
Comencé a manejar en un cómodo silencio, en mi mente pasaba una y otra vez lo que acababa de suceder atrás de mi carro, y comencé a sentirme mal... porque no quería que ella pensara que solo deseaba aprovecharme de ella, y si lo llegaba a pensar no me ofenderia, ella era menor de edad y yo le llevo cuatro años más.
Llevábamos solo unas semanas de conocernos y esto estaba sucediendo, en qué... ¿La tercera salida?

NO, NO, NO...

Me sentía mal, demasiado mal.

Llegamos al lugar y comimos mientras la escuchaba hablar sobre una anécdota de un trampolín. Quería prestarle atención pero me perdía en cada detalle de ella, en la forma en la que movía sus manos, en como se reía cada vez que en su anécdota sucedía algo chistoso, la detalle tanto que no podía creer que ella fuera real.

Terminamos de comer y la lleve a casa, en donde salude a su mamá nuevamente y ella me invito a ir de viaje con ellos en unos días a un lugar llamado "CERRO ALUX" Realmente había escuchado que ese lugar era muy hermoso pero jamás había ido, me sentí tan bien de saber que comenzaban a incluirme en ciertas cosas en su familia.

Nuevamente me despedí de ellos yéndome a mi casa con una sonrisa en la cara por todo lo que había sucedido.

Claro... eso fue hasta que me quede sola en mis cuatro paredes cuando mi mente comenzó a generar miles de cosas...

El Sol Y La Luna (Una Historia De Amor (Im)posible)/ Joha GirónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora