(21) GuerrasNarrador omnisciente.
Bielorrusia, Mozir.
Una hora antes de la hora 0.
Lilith mantenía los brazos, ya atrofiados, por soportar su peso por tanto tiempo. La cabeza le guindaba hacia adelante por el cansancio. Le dolían las articulaciones y no lo soportaba más. Los grilletes raspaban la piel de sus muñecas y los dedos de sus pies apenas rozaban el suelo.
El frio del lúgubre lugar erizo su piel que era solo cubierta por su ropa interior.
Le habían recogido el cabello en un moño a mala gana que termino soltándose y cayendo por sus pechos hasta el inicio de sus caderas.
No se detenía un segundo de maquinar y maquinar. Se supone que estaba muerto...
No sabía si Aitana había logrado escapar y eso la estaba carcomiendo. Por dentro rogaba y rogaba que ojala haya llegado hasta charles.
Sacudió las cadenas con rabia, logrando lastimarse más las muñecas, sus hombros se quejaban por la posición y soltó un suspiro adolorido.
<< ¿El mensaje les habrá llegado?>> pensó. << ¿Verónica y Joss vendrían por ella?>>
La puerta de la habitación en donde estaba encerrada se abrió de un portazo. Mantuvo la cabeza gacha sin dirigirle una mirada al hombre que se acercaba a ella con una fusta en la mano. La arrastraba por el piso y la hacía chocar contra las paredes, pero eso no la asustaba. Su única preocupación era saber en dónde estaba su hija, mantener a salvo al frijolito y sobrevivir.
Lo haría.
No se rendiría.
-¿Cómo la pasaste mientras estabas afuera?- le pregunto el hombre con evidente burla.
-Te matare yo misma.- escupió.
-Oh, escuche que te habías vuelto muy sanguinaria.
-¿Cómo sobreviviste?- siguió con la cabeza gacha.
-No fue muy difícil. – se encogió de hombros, sin decirle una respuesta concreta.
-Tenías que haberte quemado junto con toda tu porquería, Fernando.- se ríe escueta.
-Vas a pagar por eso. Tú, tu pequeña hija...- hizo silencio al escuchar como lilith azotaba sus propias cadenas de una lado a otro, furiosa. Esta vez, si subió la cabeza y le dio una mirada capaz de helar el mundo-. Tu cuñada y lo que parece ser tu sobrino.
Lilith no mostro signos de confusión. Había descubierto que Ángela era hermana de Joss, pero no sabía que tenía un hijo.
-¿Quince o subimos la tarifa?- pregunto burlón.
-Haz lo que quieras.- respondió tajante. Se lo duplicaría en su momento. Esta vez lo mataría ella. No había resurrecciones.
Los azotes empezaron a chocar contra el cuerpo de lilith que no mostraba ni el menor signo de dolor.
No esta vez.
Por otro lado Verónica, Joss, Bradma, Kiran y un pelotón de hombres incontables esperando a su señal. Había cientos de hombres. Los seguidores de 'Ndrangheta, Cosa Nostra y los alemanes. Sobrepasaban en número al bunker que tenían delante.
-Mierda.- maldijo verónica viendo la pantalla de su móvil.
-¿Qué?- hablaron los tres hombres con ella al unísono.
-Están transmitiendo a lilith por la red del FASG. La estan...
Todos se quedaron viendo la pantalla y el juicio de Joss se nublo.
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Asmodeo, principe de la lujuria.
General FictionPaso años estudiando la mente humana, pero siempre se negó a usar eso a su favor. Los papeles han cambiado, los roles se invirtieron y decidida a no dejarse caer, Lilith camina de la mano del enemigo, haciéndole frente a la traición que le plantaro...