Capítulo extenso*
No supo muy bien cuando ni como es que llegaron a la mansión, tampoco lo que hizo en el transcurso de 4 horas, solo sabía que cuando arribaron fue bañado y sus heridas tratadas por miembros de la manada, también que permanecía en el mismo lugar después le dijeron que descansara, a unos pasos de donde llevaron a Phiravich para tratarlo.Sentado en una de las sillas del pasillo que daba hacía el cuarto principal, mirando el ventanal frente suyo, en un trance.
¿Cuantos habían sido? Plan perdió la cuenta con la quinta persona que llegaba hasta él para insistirle que comiera un poco mas y que se fuera a dormir, sin embargo, el joven los rechazaba cortésmente a todos, tratando de darles una sonrisa que nunca lograba ser sincera.
No estaba cansado aun cuando llevaba mas del tiempo que creía recordar ahí, Can estaba sentado en sus patas traseras igual, no sabiendo muy bien que esperar, pero teniendo la certeza que si dejaba a su lado humano solo, algo no iba a salir bien, por lo tanto decidió quedarse, brindándole compañía.
La luz tenue de amanecer ya se filtraba y llenaba la estancia que siempre estuvo envuelta en un desorden absoluto luego de trasladar ahí a los heridos, las cosas seguían igual de caóticas incluso cuando las manejillas del reloj hubieran avanzado y que el manto oscuro se hubiera vuelto celeste con tonos anaranjados y morados.
Estuvo tan atento al color del cielo, que se sobresaltó en el momento en el que sintió una mano posarse en su hombre, se giró tan bruscamente que sorprendió a la persona a su lado, la cual era Rafael.
─ Lo lamento, no quería asustarte ─se disculpó el mayor con voz suave ─ Mean ha despertado-
Ni siquiera necesitó escuchar el resto, solamente corrió hacía esa puerta y la abrió, sus ojos posándose en la única cama de la habitación, apenas y pudiendo contener su respiración desenfrenada.
Su corazón dio un vuelco en su pecho al ver que lo que Rafael le dijo era verdad, Mean se veía mal, con profundas ojeras bajo sus ojos, su piel luciendo demasiado débil y enfermiza y sus heridas viéndose incluso peores que las de él.
Incluso su lobo se sintió mal al ver esa escena, pero aun así, Plan trató de ser positivo, ignorando un mal presentimiento que estuvo bien arraigado en su interior desde que vio a Mean colapsar en sus brazos.
Estaba consciente y eso le pareció bastar.
─ Mi luna, Plan ─habló el Alfa con una voz frágil, pero llena de emoción mientras que sus labios trataban de formar una sonrisa ─ Estás aquí
─ Tardaste mucho en despertar ─fue lo primero que mencionó el menor, para ponerse a su lado y tomarle la mano ─ ¿Como te sientes? ¿Estás mejor?
Mean tuvo que tragarse el nudo en la garganta al escuchar esas preguntas, el ver lo brillante que estaban sus orbes por la posibilidad de que él se mejorará quería decir que aun no sabía nada.
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Capricho Erróneo ➡ MeanPlan
FanfictionSegundo libro de la Saga Inmortal ─ "Sus labios rosados abultados, sus ojos oscuros incitándome a cometer el peor pecado solo para obtenerlo, para poder llamarlo mío y su suave piel bajo las yemas de mis dedos, junto ese aroma tan atrayente que me e...