Segundo libro de la Saga Inmortal
─ "Sus labios rosados abultados, sus ojos oscuros incitándome a cometer el peor pecado solo para obtenerlo, para poder llamarlo mío y su suave piel bajo las yemas de mis dedos, junto ese aroma tan atrayente que me e...
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Una figura que imponía respeto entró en el oscuro lugar, iluminado solamente por un par de bombillas de pesima calidad.
Los hombres esposados con cadenas de plata se removieron bruscamente de sus ataduras, causando que su piel se quemara por la fricción con el mineral.
No hacía falta las presentaciones, el solo aroma que desprendía el alfa era mas que suficiente para saber de quien se trataba.
El alfa de alfa había llegado y eso solo significaba que era hora de hablar.
Mean se retiro el saco y se lo tendió a uno de sus hombres, se arremangó las mangas de su camisa hasta los codos y desabotono los primeros botones de la misma.
Con ayuda de la yema de sus dedos, se revolvió el cabello, dando así una apariencia despreocupada pero sin perder aquel porte dominante.
─ ¿Y bien? ¿Hablarán por su cuenta o quieren que les saque la verdad? ─preguntó Phiravich con una sonrisa fría en el rostro
Los vampiros se miraron entre si, estaban claramente lastimados, pero, ¿era lo suficiente para hablar?.
─ Haga las preguntas alfa ─uno de los vampiros habló, con una sonrisa arrogante en el rostro
─ ¿Quien los mando a atacar esa aldea?
─ ¿Atacar una aldea? ─el rostro de todos los fríos se torno en confusión
─ Esperen, ¿no estamos aquí por haber tenido un enfrentamiento con los brujos? ─dijo uno de cabello rojizo y los otros asintieron
─ ¿Tuvieron un enfrentamiento con los brujos? ─cuestiono Rafael, uno de los chicos del alfa
─ ¿Estas sordo o que bonito? ─le dijo de manera algo coqueta el chico albino
─ ¡Silencio! ─Mean uso su voz de alfa, haciendo que todo el lugar se callara ─ El consejo ha sido informado de una masacre que unos de su especie causaron y es por eso que están aquí
─ Wow, espere, ¿de que cosa está hablando? Nosotros jamás haríamos algo como eso, nuestro rey nos lo prohibe
─ Si no fueron ustedes, entonces, ¿quienes fueron? ─les cuestiono Rafael
─ Su clan es el mas cercano de aquí, por lo tanto, son los principales sospechosos ─dictaminó Mean
El alfa no sabía si confiar en la palabra de estos seres, pero algo dentro de él le decía que estos no eran las personas que estaban buscando.
Se levantó de su asiento y camino de manera lenta hasta ellos, hasta detenerse frente al chico albino, los fríos ojos jamás se despegaron de ese vampiro.
─ ¿Conocen a la manada Bloody Moon?
─ Claro, ¿quien no? Esa manada ha ganado mucho poder en las ultimas decadas, pero, ¿eso que tiene que ver con el problema?
