Segundo libro de la Saga Inmortal
─ "Sus labios rosados abultados, sus ojos oscuros incitándome a cometer el peor pecado solo para obtenerlo, para poder llamarlo mío y su suave piel bajo las yemas de mis dedos, junto ese aroma tan atrayente que me e...
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La puerta de la oficina del CEO se cerró, de un momento a otro Singto acorraló a Tong en su escritorio, sus ojos recorrían el cuerpo del contrario con lujuria extrema, parecía un depredador a punto de comerse a su presa.
— Entonces bonito, ¿quieres que te folle aquí o en mi departamento? —preguntó con voz lasciva Singto contra los labios de Tong
Thanayut estaba muy nervioso, conocía bien la fama de Prachaya pero su cuerpo estaba tan necesitado de su toque que aunque quisiera negarse no podía.
— Tomaré el sonrojo de tus mejillas como una invitación de darte duro aquí
El brujo tomo de la nuca a Tong y comenzó a besarlo de manera salvaje, ardiente y desesperada.
— Enrolla tus piernas precioso —susurro el CEO en el oído de Tong
El lobo gimió cuando sintió un leve mordisco en su cuello, enredó sus piernas alrededor de la cintura de Singto y dejo que este lo acostara sobre la madera del escritorio.
La camisa que Thanayut llevaba ya se encontraba desabrochada casi por completo, dejando a la vista su firme torso.
Toda una delicia para Prachaya.
Bajo sus mordiscos y chupones hacía el pecho del lobo, marcando cada parte de su piel, mientras disfrutaba de ver como el lobo se retorcía bajo su toque.
Singto sonrió al ver como él miembro del contrario rogaba por atención hasta el punto de ser doloroso para el dueño.
— Sing~ ¡Mhm! No juegues conmigo ¡Ah!
— Aun no tienes suficiente bonito, no te desesperes, recuerda que te tengo bajo mi poder durante 3 días
Prachaya subió su boca a la de Tong, reclamando esta con pasión mientras su mano jugaba con el miembro de este, haciéndolo gemir contra su boca.
— Te voy a hacer gozar tu celo como no tienes ni idea
— Ni se te ocurra marcarme —advirtió Tong con voz jadeosa
— Oh bebé, creeme, cuando este dentro de ti vas a querer hasta que te deje en estado
Las grandes y hábiles manos del moreno lograron deshacerse de los pantalones, dejando al chico en bóxer, el cual se estaba completamente empapado por el frente y detrás.
El ver al asistente de Mean, con el cabello alborotado, la respiración pesada, su piel blanquecina cubierta de marcas rojas y violetas y el fuerte color sangre en su mejillas, era un espectáculo a los ojos del brujo.
Y tendría a esta presa durante 3 largos días, días que pensaba aprovechar.
— Parece que ya estas listo para recibirme bonito —gruño Singto retirándose su pantalón y dejando al aire su bien dotado miembro
