Segundo libro de la Saga Inmortal
─ "Sus labios rosados abultados, sus ojos oscuros incitándome a cometer el peor pecado solo para obtenerlo, para poder llamarlo mío y su suave piel bajo las yemas de mis dedos, junto ese aroma tan atrayente que me e...
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Los ojos de Mean sencillamente no podían creer lo que veían, su corazón se encogió y una ira comenzó a burbujear en su interior al ver los hematomas en aquellas mujeres.
Eran maltratadas por sus parejas.
El alfa de Mean daba vueltas mientras que gruñía en señal de coraje, Phiravich lentamente se acercaba hasta esas mujeres que habían sido tomadas por personas que no las merecían.
─ Nosotros jamás le haríamos daño de esa forma a nuestra luna
─ Si es que esta nos acepta Tin
─ Nos aceptara, ya verás, solo esta confundido, si, debe ser eso
Mean hizo una mueca, su lobo en verdad era mas optimista que él en realidad, solo esperaba que tuviera razón, aun si Plan no lo quería, él aun iba a luchar por su mate.
Quizás era un castigo de la diosa luna por haber lastimado a tantas personas
El crujir de una rama alertó a esas chicas, por lo cual tomaron sus ropas y quisieron esconderse, asustadas y sumisas, ellas detectaron el olor a alfa y el miedo les recorrió entero.
─ Tranquilas, no les haré daño ─dijo Mean con voz suave, llegando hasta ellas
─ Perdón por estar en su territorio, nosotras nos iremos de inmediato ─susurró una de las chicas con voz temblorosa, mientras que las otras asintieron, muertas del miedo
¿Que es lo que les hacían para que tuvieran tanto miedo a un alfa?
─ No, nadie las esta corriendo, pueden quedarse ─Mean observó que algunos golpes eran muy recientes, incluso las mejillas de las chicas estaba inflamada
De nuevo, su lobo gruño molesto e indignado, tanto él como Mean pensaban lo mismo.
¿Como pueden hacerle algo así a sus mates?
─ Alfa Mean, nosotras debemos de irnos...
─ ¿Para que? ¿A donde? ¿Volverán a ese lugar para que las vuelvan a golpear y tratar peor que basura?
Las chicas quedaron heladas con las palabras tan directas que el hombre frente a ellas les decía, de nuevo, sintieron pavor, habían sido descubiertas.
─ Por favor, se lo rogamos, no diga nada ─las tres chicas se arrodillaron en frente de Mean y este último quedo impactado
El era un alfa, no un rey, no había porque arrodillarse ante él.
─ Vamos chicas, no voy a decir nada, pero puedo ayudarlas a salir de ese infierno ─la cabeza de las chicas se alzaron un poco, un brillo de esperanza se reflejo en sus ojos cristalizados
