Segundo libro de la Saga Inmortal
─ "Sus labios rosados abultados, sus ojos oscuros incitándome a cometer el peor pecado solo para obtenerlo, para poder llamarlo mío y su suave piel bajo las yemas de mis dedos, junto ese aroma tan atrayente que me e...
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El ambiente antes feliz y emocionado se rompió por completo para ser reemplazado por la tensión y la angustia de lo inesperado.
Plan jugaba nerviosamente con sus dedos, estaba sentado en la orilla de la enorme cama, viendo como Mean caminaba de aquí para allá con el móvil en su oído y hablando con varias personas.
Así lo había estado haciendo durante casi 1 hora y media y Plan comenzaba a sentir intriga.
¿Mean era abogado? o ¿Por que estaba tan preocupado por un juicio?
Rathavit sencillamente no lograba entender y realmente quería preguntarle a Mean sobre eso, mas no sabía si el mas alto iba a estar de acuerdo en contarselo.
A penas ahora entraba en cuenta de que no sabía nada sobre la vida del castaño, ni siquiera sabía a que se dedicaba.
Después de unos segundos, el alfa colgó y pasó sus manos por su cabello, claramente frustrado, las cosas se habían ido por el camino que no quería y ahora debía de hacer frente a las consecuencias.
Al menos tenemos a nuestra luna ─mencionó Tin, moviendo la cola de felicidad
Al menos en eso su lobo tenía razón, se giro para ver a Plan, quien estaba siendo atendido por las mujeres de la manada, una de ellas le entregó un comida recién preparada y los ojos del humano brillaron.
Mean esbozó una sonrisa, embobado con su mate, quien se dedicaba a gemir por la exquisita comida, las mujeres reían por lo bajo ante su comportamiento, Plan era muy distinto a Mean, quizás por eso era su complemento.
Aunque lo sucedido en la casa del humano no se borraban tan fácilmente de la mente de Rathavit, ahora mas que nunca debía de proteger a su pareja.
La manada Bloody Moon adelantó el juicio y Phiravich sabía que una vez ese acabará, Oswyn iba a emitir otro, esta vez en contra de Mean.
Y las probabilidades de que él lo ganara era muy altas.
─ Alfa, debería de dejar de verlo así, pondrá a nuestra luna nervioso ─Rafael apareció detrás de Mean, diciendo eso con voz suave, pensando que molestaría a su alfa con ese comentario
Pero para Mean, eso estaba muy lejos de suceder.
─ Las chicas que salvé en el lago, ¿están bien?
─ Si, las mujeres de nuestra manada han logrado calmar la situación, ahora están mas tranquilas
─ ¿Crees que estén listas para testificar en el juicio mañana? ─cuestionó Mean con duda y Rafael abrió la boca antes de cerrarla de nuevo
No hacía falta nada mas, aquella acción lo dejo todo en claro, no, no estaban listas y Mean no las iba a obligar, pero no pudo evitar sentirse frustrado.
