UNA LECCIÓN PARA LAUREN

CAPITULO II LA PRINCESA DE PAPÁ

Cuando Mike Jauregui se enteró que sería padre de una niña se volvió loco de felicidad, el amaba a su esposa Clara y después de 3 años de matrimonio y complicaciones para concebir, ellos  por fin lograron su más grande sueño, se convertirían en padres y podrían formar la familia que tanto deseaban...

Y aunque su sueño era una familia grande con al menos cuatro hijos, por desgracias los Jauregui solo pudieron tener a Lauren, por lo cual el hombre siempre se desvivía por ella complaciendo cada pequeño deseo de su niña, Mike celebraba cada logro de su hija y sin importar que la conducta de Lauren algunas veces la llevará a cometer errores, el siempre la consolaba e incluso la llenaba de regalos para hacerla sentir bien y aunque Clara no estaba de acuerdo, la última decisión era del patriarca de la familia.

Mike era hijo de Dionisio Jauregui un multimillonario que logro crear un imperio hotelero posicionando su apellido como uno de los más conocidos en la élite Norteamericana, mismo que seguia vigente hasta el día de hoy a pesar de que aquel hombre ya había muerto.
Cómo era de esperarse, aquel imperio y fortuna fue dividido entre los dos únicos herederos de Dionisio, es decir entre sus hijos  Michael y Mauro quienes hoy en día seguían con la tradición familiar administrando la cadena hotelera que cada vez tenía más presencia en el mundo.

Por tal razón Mike quería que su hija sentará cabeza, ella debía entender la importancia de ocupar algún día su lugar para seguir administrando el imperio, pues al ser hija única Lauren tenía la encomienda de hacerlo sola, en el caso de Mauro, el tuvo a tres hijos varones que tenían bien arraigada la ambición y la idea de que algún día manejarían los hoteles que su padre les heredará y justo esa idea es la que Mike quiere sembrar en su heredera.

Por tal razón, cuando se enteró del accidente de su hija, sintió que su mundo se desmoronaba, porque no soportaba ver sufrir a Lauren y por eso no fue nada fácil verla en esa cama de hospital y aunque sabía que Lauren estaba bien, aquella imagen le hizo darse cuenta de que a lo largo de los años cometió muchos errores como padre, pero nadie puede culparlo si la gente no nace sabiendo ser padre y el solo quería darle todo a su hija sin ponerse a pensar que aquello podía llegar a influir en su futura actitud ...

Sin embargo el hombre también se dió cuenta de que aún estaban a tiempo de ayudar a su hija, así que debía ponerle un alto y aunque le doliera la decisión que acababa de tomar, el haría que Lauren aprendiera su lección y por primera vez tendría mano dura con su niña tal y como se lo prometió a su esposa.

Volviendo a la historia de la infancia de Lauren, está de más decir que aquella niña fue en realidad privilegiada, pues con un padre millonario que además la adoraba, Lauren lo tuvo todo, no importaba si se trataba de los juguetes más novedosos, la ropa de diseñador para niña o incluso las fiestas infantiles ostentosas  en donde la cantante para niños  del momento hacía una presentación  para interpretar "Feliz Cumpleaños" para honrar a su princesa, Mike no escatimaba en gastos para hacerla feliz y sin importar que aquella niña se hubiera convertido en una adulta, su padre seguía cumpliendo cada uno de sus caprichos que ahora habían cambiado un poco: atrás habían quedado las muñecas, los patines y los parques de diversiones, ahora se trataba de viajes por el mundo, coches último modelo o aparatos de alta gama tecnológica, pero no importaba porque Lauren lo podía tener todo ya que seguia siendo la princesa de papá y era hora de que la princesa comenzará a madurar...

POV LAUREN

Han pasado tres semanas desde el accidente en Milan y aunque realmente no me pasó nada más que un par de raspones que ya ni se notan, mis padres insistieron en que regresará con ellos a casa para cuidar algún posible malestar por lo que ahora me encuentro viviendo en su mansión en Miami...

Y aunque me gusta mucho la comodidad en este lugar la verdad es que también  estoy acostumbrada a vivir en mi propio espacio, pues desde los 20 comencé salir a estudiar o pasar temporadas en diferentes partes del país o incluso del mundo y venía solo de visita a casa de mis padres.