CAPITULO XIII MARIPOSAS EN EL ESTOMAGO

1.1K 85 16
                                    

POV LAUREN

Si me preguntan que tal estuvo mi noche, sin duda mi respuesta sería que fue perfecta...

Hacia tanto tiempo que no me sentía tan feliz y lo más importante es que no estuve en una de esas fiestas locas a las que solía ir, no bebí una sola gota de alcohol y no hizo falta fumar alguno de mis cigarrillos mágicos para sentirme en las nubes, porque su simple presencia me llevo hasta allá y eso sin duda nunca lo había experimentado con nadie.

La Camila a la que acabo de dejar en su coche es una mujer completamente diferente a la que recorre las oficinas de G&G Co. Y si la ejecutiva frívola me gusta, la mujer que conocí está noche sin duda me ha conquistado, al punto de que podría enamorarme aunque no esté segura como se sienta eso... Nuestra plática fue tan amena que incluso me contó de cuando era niña y atendía la tienda de su abuelita, me la imaginé de pequeña y no pude evita sentir un poco de remordimiento porque nuestras infancias fueron totalmente diferentes y sin embargo ella sonreia cada vez que recordaba como se quedaba con las monedas de 50 centavos para así poder comprar a su hermana un algodón de azúcar los domingos en el parque...

Juro que en algún momento me sentí horrible y más cuando ella me dijo que está harta de la gente rica que piensa que sólo por tener dinero puede hacer lo que quiera y creerse dueños del mundo, y aunque le dije que ahora ella pertenece a una clase social acomodada, ella me dijo que aunque le gusta vivir con lujos y tener una buena vida, ella jamás será como esos hijos de papá que tienen todo con tan solo pedirlo, porque ella se ha ganado cada centavo y eso la hace sentir tan orgullosa y al respecto no puedo decir nada, porque se que ella tiene razón, ella es un claro ejemplo de superación y esfuerzo y eso fue como un plus a la lista de motivos del porque me encanta esa morena.

Después vino el recorrido por la ciudad a bordo de mi vocho, mentiría si dijera que no sentí un poco de vergüenza por invitarla a subir después de ver el lujoso coche que conducía, pero aún así algo dentro de mi se activo y la invitación salió como un misil de mi boca, solo esperaba que ella aceptará porque lo único que quería era pasar más tiempo con ella, pero incluso me encantó aquel chiste bobo que hizo sobre su vestido y el color d mi coche y sin duda estaba segura de que esa era una señal para saber que esa mujer puede ser mía, porque incluso el destino o que se yo, confabuló para que esa noche nosotras tuviéramos esas casualidades que para otros parecerían absurdas.

Estaba decidido, yo quería intentar todo con ella y claro que tenía miedo de pensar que al descubrir mi secreto ella pudiera odiarme, y sobre todo seguía pensando en su compromiso y estaba consiente de que no debería pisar esos terrenos pero juro que eso ya no me importaba, solo quería tenerla cerca y estaba dispuesta a contarle todo porque quiero hacer las cosas bien con ella, tan bien que incluso una vez que termine todo esto estoy dispuesta a aprender todo lo necesario para poder administrar el negocio familiar tan bien o mejor de cómo lo hace mi padre...

Y así, entre esos pensamientos el fin de semana paso sin pena ni gloria, e incluso me dedique a organizar algunas cosas de mi habitación y a hacer mis cuentas del mes, porque la verdad era que había gastado tanto en los arreglos de la carcacha que me había quedado corta y eso no era bueno pues le prometí a Camila llevarla a comer al mejor restaurante italiano de la ciudad y eso evidentemente no sería nada barato.

- Lauren puedo pasar?...

Como dije estaba en mi habitación haciendo cuentas cuando mi padre llamo a la puerta.

- Adelante papá, pasa...

La puerta se abrió y vi entrar a mi padre que como cada vez me ofrecía una de sus enormes sonrisas.

- Oye acabo de ver tu coche, te felicito hija, veo que estás haciendo un buen trabajo con el, me gusta su nuevo color...

Escuchaba a mi padre pero ya no lo veía, porque la verdad me quedé perdida observando como solo me quedaban $85 dólares de lo que había ahorrado de mis salarios

UNA LECCIÓN PARA LAURENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora