Relato 19

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Todos los días me levanto preguntándome porqué lo hago. Es tan raro tener que pensar en eso cuando lo único que quiero es dejar de preocuparme tanto por las cosas; lamento mucho ser como soy. Me siento vacía.

Siento que mi cabeza es un rompecabezas de mil piezas que armo un niño de 3 años. No se entiende nada de la figura que debería verse como la tapa de la caja del juego, y debido a no saber cuidar los juguetes, el niño perdió muchas piezas y ahora está incompleto.

Todos los días el niño se preocupa por encontrar las piezas que perdió. Pero, es tan pequeño, inmaduro y torpe que no se da cuenta que están a simple vista por más difícil que se le haga encontrarlas.

Imagina que se trata del niño pasando por debajo de una mesa alta cuando las piezas que quiere están encima de ella.

¿Cuántas veces busque las piezas faltantes? Incontable número de veces. ¿Cuántas llevo encontradas? Ninguna.

Me resulta muy triste mirar dentro de mí y ver todo roto, sucio. Intenté repararme más de un millón de veces, pero siempre algo debe romperme otra vez. O será que soy tan tonta que jamás me curo completamente.

Con cada día que pasa en mi vida me siento más pesada. Pasan los años y aún no estoy ni pisando el camino hacia mis sueños. Decidí ser egoísta, realmente egoísta y salió como esperaba, ni tan bien ni tan mal.

Cuando pienso en lo que quiero hacer de mi vida lo tengo muy claro, pero no sé cómo lo voy a hacer con mi mala suerte y pocas ganas para progresar.

Quizás deba tomarme un respiro de las cosas que tan mal me hacen. Y solo tengo una muy clara, el trabajo me está cansando tanto que no tengo ganas de seguir con nada.

Sigo esperando que pase algo que me haga explotar, siento que estoy tan llena de las cosas negativas de todos los aspectos de mi vida que las opciones son matar a alguien o alejarme de todo y todos.

Tengo mucha ira acumulada, estoy llena de tristeza. Siento que no soy yo desde hace mucho tiempo. Lo que ves ahora es una nueva versión de mí y lamento tanto que hayas tenido que conocer esta.

Me demostraron durante mucho tiempo que soy fácilmente reemplazable y desechable. Tengo mucho miedo, creo que no podría volver a sentir como antes. Veo mi corazón echo pedazos y solo tengo cinta de papel para arreglarlo, ¿Cómo se supone que podría hacerlo?

Siento mi respiración cada vez más pesada, mi cuerpo cada vez más cansado y no creo poder hacer nada al respecto.

Cada vez tengo menos ganas de disfrutar los pequeños momentos de felicidad que me dan las personas que me rodean, eso es lo que peor me pone.  Ojalá pudiera tomarme esto de otra manera.

Sinceramente no queda mucho más que seguir o parar, y no quiero parar, al menos no por ahora.

No sé si le tengo miedo a la muerte la verdad... sé que estuve cerca de ella en varias ocasiones. Trate de acabar conmigo tantas veces que perdí la cuenta, de una u otra forma siempre busque lastimarme y fue ahí cuando me di cuenta realmente que las cosas no estaban ni nunca estuvieron bien conmigo.

Me odio, realmente lo hago. Y si fuera a explotar y tuviera que acabar con alguien sería conmigo misma, estoy segura.

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