Relatos Cortos.

Relato 18.

Realmente, soy detestable.

Muchas veces me odio por como soy; llego a entender porque tanta gente alguna vez se alejo de mí, diciendo cosas malas a otros sobre la persona que ellos conocieron.

Tengo tantas ganas de cambiar lo que alguna vez fui y lo que de seguro algún día seré. 

Todo el tiempo pienso en lo mal que le hago a las personas que amo, incluso a las que simplemente me rodean; y todo porque sí, porque así soy.

Hay una persona que realmente amo, con todas mis fuerzas, pero no soy lo que merece tener. Merece alguien que no le genere problemas, que la trate bien y la haga sentir bien siempre; que no tenga problemas con las demás personas que, quizás, si la quieren como ella se lo merece.

Es que no puedo evitarlo, sé como son. Tantas personas me hicieron mal en el pasado, gente que hoy finge ser la mejor para la persona que YO realmente amo. 

Sonará egoísta, y quizás lo soy en exceso, pero siento que eso va a terminar mal. Igualmente no hay de que preocuparse, si ello llegara a pasar, juro estar ahí para hacerle la vida imposible a quien sea que la lastime.

Sin embargo, ella ya no me querrá cuando eso pase. Incluso si leyera esto dejaría de amarme, y eso es seguro.

El solo hecho de escuchar sus nombres, de saber que le hablan me revuelve el estomago, no puedo no sentir asco. Me odio tanto. Si tan solo pudiera dejar de ser así, de ser yo, evitaríamos un centenar de discusiones y problemas que se generan a diario por mi culpa.

No tiene solución, intente de mil maneras dejar de ser de esta forma.

Últimamente le miento, le digo que tengo que dormir, que me siento mal, que no me pasa nada. Quisiera no tener que hacerlo, pero explicarle todo esto, va a llevar a cosas que no quiero. Quiero dejar de sentir que la alejo de todo el mundo. Quizás de la única persona de la que realmente quiero alejarla, es de mí.

Si algún día esto termina, quiero que sepan que fue mi culpa.