Anoche tuve la peor experiencia de mi vida. Si me lo preguntan estaba consciente de que era un sueño, pero lo sentí tan real que puedo asegurar que esa sensación no voy a olvidarla.
Siempre me definí como una persona muy insegura de sí misma, calculo que por eso estoy constantemente necesitando que me digan que me quieren, que me lo demuestren con gestos, con detalles; quizás también sea la razón por la que con solo un pequeño cambio en la voz de alguien me parto por dentro.
Todo comenzó con una sensación de encierro, con un sentimiento profundo de dolor y cansancio a la vez, algo difícil de describir la verdad.
Todavía puedo recordar las voces de las personas presentes por más que hace meses que no la veo.
Lo que más dolía creo que era el tono de voz que usaban.
Podía oírlo, las risas.
Maldita sea, reconocería su voz donde fuera.
Su tono, entre fino y chillón, pero sin llegar a ser molesto resonó en mis oídos llenándome de ira; “¿Qué hacemos esta noche, mi amor?”
¡¿Mi amor?! Es el mío…
Pero lo que me partía el alma era verlo a él, mi chico, abrazarla, tratarla como me trataba a mí. “No sé, lo que mi bebé quiera.” Le sonrió, esa sonrisa que me hace sentir la chica más afortunada del mundo, que me reinicia el día cada noche cuando la veo.
¿De donde se supone que salió esto?
“¿Amor?” pregunté.
Voltearon, pero era como si no me vieran.
“¿Escuchaste algo, MI amor?” pude sentir el énfasis que hizo en ‘MI’.
“Mm no, bebé.”
¿Acaso me estás ignorando? Se supone que yo soy tu novia.
Ella se fue de donde fuera que estuviéramos, que hasta este punto había pasado siempre por alto.
“¿Qué haces acá? Lo nuestro termino hace tiempo, respeta que sea feliz, por favor.”
¿Me hablaba a mí?
Desperté llorando, muy asustada, con mi corazón yendo a mil por segundo. Mi gata a mis pies y al mirar a mi lado él.
Lo abracé lo más fuerte que pude. Lo rogué que jamás me deje; llore en su espalda mientras intentaba despertarlo, pero era imposible. No insistí más, solo me calmé sintiendo su corazón latir con mi mano en su pecho y el sonido de su respiración calmada acompañada de esos característicos ronquidos que suelta cuando está profundamente dormido.
Perdón por ser esta cosa insegura, por ser así. No desconfió de vos, jamás lo haría. El miedo a perderte a veces me gana, es solo eso.
Te amo, con todo mi ser.
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Relatos Cortos.
RandomCosas, que quizás jamás me escucharás decir, pero que verdaderamente pienso. Además de algún que otro cuento. Relatos totalmente míos, prohibida su copia, por favor sea original.