𝐈𝐫𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞

O14

TRABAJO EN EQUIPO

Después de despedirse cada quien se va a su salón tocando Física quien el profesor no dejaba entrar a los alumnos con comida al salón en especial sopas instantáneas.

— Hoy veremos las ondas así que presten atención para hacer parejas.

"No me gustan los trabajos en equipo"

Lo bueno que tenía a Raemin. Pensó.

— En tu casa o en la mía — susurra Raemin.

— En la tuya.

A cincuenta minutos que termino la clase van directo al cambio de clases tomando de su casillero cuadernos para las últimas dos horas. Finalmente.

Por los corredores cruza con Jungwon quien usaba su chaleco blanco con rayas, este le da un saludo de mano a lo que ella con timidez hace el mismo gesto pero poniendo su mechón de cabello suelto en la oreja viéndose más coqueta.

— Margot estás colorada ¿te encuentras bien? el sol se oculto hace rato.

— Aaa esto —se toca las mejillas— Estoy bien.

— ¿No será por Yang Jungwon?

— ¡Yah! ¡que dices! — con vergüenza sale corriendo apenada.

— ¡No te vayas, yo te vi!

...

— A que hacerle margen moradito para que se vea presentable.

— Como tu digas.

Ambas chicas se encontraban en la casa de Raemin quien su mamá antes de salir dejó limonada rosada.

— Viniste en el mejor momento yo no soy buena para física o cualquier cosa que tenga números.

— Raemin no digas eso todos somos inteligentes.

— Pero tu eres la más destacada en matemáticas no te gustaría entrar a un torneo...

— Para nada eso no va conmigo — responde con desagrado.

Toma de su limonada fría y sigue haciendo los ejercicios del libro.

— ¿Margot puedo preguntarte algo...?

— Claro dime Rae.

— Como eras antes en Nueva York — dejó de revolver los ejercicios dando un suspiro para luego hablar.

— Diferente. A los trece años mi padre consiguió un grandioso trabajo en Estados Unidos, que todos tuvimos que irnos hasta mi hermana, al principio la pasaba mal porque extrañaba a los pocos amigos que tenía que me volví conflictiva a tal punto de golpear a quienes me lastimaban en la escuela por ser la nueva esto desató que mis padres me llevaran a un psicólogo me ayudo a mis problemas de ira al igual que el comportamiento que desarrolle. Muchas veces ellos platicaban cuando yo me dormía que tenían la culpa de haber sido agresiva.
A los dieciséis años mi hermana mayor se fue dejándome sola con mis padres que me lleno una tristeza enorme éramos unidas le contaba de todo al igual ella, pero quería estudiar en otro país con sus amigos.
Para ese entonces ya iba en la escuela secundaria con mis amigas pude quitarme la tristeza y seguir como si nada. Mientras todas pasábamos de grado comencé a madurar más y claro no tengo justificación pero comenzábamos a aventúranos y hasta hacernos tatuajes —muestra el anterior tatuaje de estrella— Por esta cosa mi madre me dio la tremenda regañiza de mi vida, por cinco meses estuve en un internado, por lo desenfrenada que fui.

— Pasaste por mucho Margot.

— Si quien diría una niña de trece con muchos problemas. Por eso no me gusta que me digan Nari porque enterré Corea para siempre pero mis padres hicieron que volviéramos de nuevo reviviendo todo.

Desprevenida toma a su amiga dándole un cálido abrazo nunca se apartó pero quiso uno desde hace tiempo.

— Gracias por contarme todo esto creí que eras reservada.

— Nunca habló esto con alguien por miedo de ser juzgada no todos crecemos como uno quiere.

— Tienes razón y ¡no llores! —le quitó las pequeñas lagrimas que resbalaban de sus mejillas— Solo que te falló con el alcohol mis padres lo tienen bajo llave.

— Basta tonta — le da un leve empujoncito.

Estaba viviendo la mejor etapa de su juventud.