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PASEO

En su habitación viendo una película noventera con palomitas era su tarde del miércoles no tenía planes tampoco tenía tarea, ayer de tener la plática amena con Raemin se sintió mejor contarle a alguien más sobre su pasado. Tay se para de patitas haciendo que ella se volte.

— ¿Que pasa Tay, uhm? quieres dar un paseo, deja me pongo mis tenis.

Descalza busca en el ropero un nuevo hoodie color lavanda con converse blancas. Baja las escaleras encontrando a su madre viendo las noticias.

— Susan ire a pasear a Tay.

— Como que Susan soy tu madre. Además dime por mi nombre coreano.

— Solo jugaba mamá, no tardó.

— Ten cuidado lleva celular.

Al salir coloca su correa ya lista hacia la salida aún eran las 5:30 emanaba poquito el sol, iba directo al parque que le quedaba cerca de su casa con Tay a su lado hacía que esta caminata fuera grandiosa. Llego al parque donde estaban poquitas personas le quitó la correa a Tay corriendo felizmente mientras ella se sentaba en una de las banquitas de madera. Mientras veía los colores pastel del cielo sentía el aire fresco soltando un enorme respiró.

— ¿Margot?

Abre los ojos para dirigirse a quien le hablaba.

— ¿Jungwon? que haces aquí.

— Es lo mismo que preguntaba pero este parque te queda más cerca, yo viene a sacar a Meumi.

— ¿Meumi?

— Si mi mascota, cuando divisé a Tay vi que era tu mascota así que viene a saludarte.

— ¿Quieres sentarte? — pregunta a lo que el castaño acepta.

— ¿Donde está tu mascota? — el castaño señala dirección a los juegos.

Ambos quedaron en un silencio no incomodo pero ambos querían decir algo.

— Esa vez que te deje en tu casa me gusto la playlist que reprodujiste podrías pasármela.

— Claro necesito pasártela por mi memoria no la tengo en mi celular.

— Claro sin ningún problema.

De su hoodie saca una bolsa de gomitas de hamburguesa que le convida a Jungwon este acepta.

— ¿Te gusta Seúl? — saca por alguna razón conversación no le gustaba el silencio.

— Nací en Seúl, yo ya no tengo muchos recuerdos de cuando vivía aquí. Extraño Nueva York.

— Debió ser muy especial Nueva York.

— Lo es era todo lo importante que me pudieron dar mis padres era feliz allá siento que aquí no o es porque llevo poco tiempo.

Tampoco no quería despreciar el país donde nació y todo lo que tuvo que pasar.

— No te preocupes Nari yo te ayudaré a que Corea sea tu lugar seguro a partir de ahora.

No se dio cuenta que había nombrado su nombre coreano que le disgusta.

— Me acabas de llamar "Nari"

— Eh yo lo siento... se me salió. Déjame decirte que me gusta mucho tu nombre Kang Nari.

— Bien yo ya no te daré de mis gomitas.

— ¡Oye eso no es justo!

𝐈𝐫𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora