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CONOCIENDO GENTE

Al siguiente día su padre deja a su princesa a la escuela ella más confiada entra, tomando camino a su salón saludo a sus compañeros que estaban dentro los restantes rondaban por el lugar.

Dejo sus cosas y fue directo con Raemin Park quien estaba dormida. Se sentó a un lado de ella, pero mejor optó por levantarse he irle a traer bananamilk en lo que empezaban las clases.

Bajo encontrándose con la máquina expendedora apretó los botones tomando dos leches junto con unos muffins de chocolate y otro de moras azules.

— ¿Kang Nari cierto? — se acercó el chico de hoyuelos castaño a ella.

Como diablos había llegado justo a ella.

— ¿Como sabes que ese podría ser mi nombre? — cruzándose de brazos sonó mas a reproche que a pregunta.

— Bueno quise mucho antes saber por lo menos tu nombre, Yang Jungwon encantado — vuelve a sonreír.

No sabia si ignorarlo o hacerle el gesto un chico lindo a nadie se le acerca así porque si, ademas se sentía aún mal por lo de chocarlo aquella vez.

— Es un gusto Jungwon, pero no se quien te dijo que soy Nari me llamo Margot.

Se fue dejando al castaño solo por tercera ocasión.

¿Había hecho algo mal? Encontró a Jay en los casilleros con Sunghoon.

— Porque no me dijiste que su nombre es Margot.

— ¿Quien es Margot? — Sunghoon pregunta.

— Kang Nari...

— ¿Nari? Ahhh ya se de que me hablas pero ese es su nombre — el rubio lo miro confundido.

— Me acaba de decir que es Margot, Jongseong.

Se le borró la sonrisa no le gustaba que lo llamaran por su nombre coreano.

...

Margot subió dándole lo que trajo a su nueva amiga, ella ya estaba despierta. Desayunaron tranquilas antes de su primera clase.

Después de cuatro horas seguidas de clase tocaron la campana para poder tomar su receso de quince minutos con tranquilidad. Ahora las dos chicas quisieron estar en el patio observaron bancas disponibles saco su desayuno croissant de jamón y queso con un jugo de uva, la pelinegra curiosa veía lo diferente del pan que su amiga estaba por comer antes de partirlo a la mitad y sacar el otro pero este tenía chocolate. Lo saborearon hasta el final.

Para volver a su salón de clases pasaron por los pasillos de la biblioteca el castaño salió con varios libros en la mano cruzaron miradas pero sin querer Jungwon dejó caer toda la pila de libros apropósito la chica se giro para ayudarlo este sonría con satisfacción.

— Porque sonríes Jungwon.

— Por nada Margot ¿me acompañas a la dirección a dejarlos? — miro por última vez a su amiga entendió y se fue al salón.

Ambos subieron el tercer piso a la dirección dejaron todos los libros de texto en las mesas vacías. Volvieron a retomar su camino a sus salones.

Jungwon por impulso toma la muñeca de la rubia se gira para mirarlo a los ojos, se pone nervioso su mirada era tan intensa.

— Veras...yo...yo quier-o invítate a comprar un helado — lo último lo susurro. La rubia no le gusta que la gente balbuceara.

— Jungwon no entiendo — habla con gentileza.

Volvió a repetírselo un poco más tranquilo. Acepto después de la clases de hoy.

El chico de nuevo tenía una sonrisa que nadie se la podía quitar.

𝐈𝐫𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora