El sonido del agua, el glorioso sonido del agua al chocar contra nuestros cuerpos.
Hasta el último segundo el no soltó mi mano, incluso cuando caímos al agua nunca la soltó. Estaba aturdida, sentí como me alzaba y acercaba hacia el.
Estaba agitado, tenia su mano derecha aun entrelazada con la mía y su mano libre se poso sobre mi mejilla izquierda, yo aun no procesaba nada, cuando dijo:
- ¿Estas bien?
Acabe de saltar de un segundo piso y ni siquiera en una situación como esa sentí que el corazón latía tan rápido como ahora.
- Yo.. si, ¿y tu?- pregunté agitada.
- Si, vamos hay que salir de aquí.
Me guio hasta el limite de la piscina y por primera vez soltó mi mamo.Es irónico como te hace sentir de simple hecho de tener la mano de alguien entrelazada con la tuya, protegida, segura, alegre.
Sentí un pequeño vacío cuando lo hizo.
Uno que nunca admitiré.
Se impulso en sus brazos sobre el muro y en una zancada salió de la piscina.
Estaba empapado, la camiseta por ende se le pegaba al cuerpo lo que hacia resaltar sus fornidos brazos, el transparente de la tela dejaba notar su abdomen bastante bien formado.
Nada exagerado.Era alto y delgado.
Las gotas de agua caían de su cabello azabache sobre su cara, bastante sexi la verdad.Una vez ya parado fuera del agua, se inclino hacia mi y me extendió la mano igual que hace un rato.
Había sido amable ya que simplemente pudo entregarme y decir que no me conocía, pero no me dejo sola, no me abandono y ni siquiera éramos amigos, eso hizo olvidarme de lo imbécil que se porto cuando nos conocimos y aprecié lo guapo que era en realidad, porque lo era y no poco sino bastante, demasiado como para ser un ser imperfecto, me atrevería a decir que incluso igual que Cori.
- ¿Que esperas? Tenemos que salir de aquí.
Volví a la realidad, es un tonto.
Tome su mano de mala gana y en un tirón como si no pesara nada ya estaba fuera, parada frente a el a pocos centímetros de distancia. Su mirada era seria, el salto por culpa mía era lógico que estuviera enojado.
Pero sonrío, apenas.. se elevo ligeramente la comisura derecha de sus labios, nose si seconsidere una sonrisa en si pero, era única, era la sonrisa de Zack.
Y como para recordarme que mi vida no era una película Disney, el idiota de Nick grito desde la misma ventana desde la que habíamos saltado.
- VUELVE AQUÍ, MISERABLE!!- grito.
Zack y yo nos giramos inmediatamente en aquella dirección.
- Carajos!! - solté al ver que en realidad si tenia un arma en la mano.
- Hora de huir -Pronuncio Zack.
Sin mas, jalo de mi mano y corrimos hacia la salida. Sus piernas eran largas y podía correr mucho mas rápido pero.. ... no lo hizo. El corrió a mi nivel.
Cuando ya estábamos por salir escuche que alguien me llamaba.
- ¿NATT?!!- era Natty, estaba de la mano de Mateo, que al verme quedo petrificado.
Y ¿quien no? Estas chorreando en agua.
Estaba a punto de pararme e ir hacia ella, decirle que había un loco con un arma y teníamos que huir, pero la voz de Zack no me lo permitió.
- TEO, VAMOS!!- Grito sin detenerse.
Sin perder tiempo Mateo empezó a correr detrás de nosotros, trayendo con si a Natty.
¿Qué rayos estaba pasando?
Siento que Teo es Mateo ¿ verdad?
¿Tu crees? (Inserta sarcasmo)
Al llegar a la calle, fuimos hacia el auto de Mateo, había un chico recostado sobre una de las puertas con el celular en la mano. Tenia jeans y camiseta color azul con estampado de addidas, el cabello castaño y largo, y sus facciones eran bastantes varoniles.
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ENTRE LA VIDA Y EL
Teen FictionNatasha esta por cursar su ultimo año de colegio, no tiene grandes espectativas sobre su presente ni lo que este le pueda ofrecer, cuando cierto chico aparece en su vida, una vida con un pasado triste y traumático que llevan en común. ¿Qué ocurre...