ENTRE LA VIDA Y EL

CAP. XIV

Duda de que sean fuego las estrellas, duda de que el sol se mueva, duda de que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo.

𝑤𝑖𝑙𝑙𝑖𝑎𝑚 𝑠ℎ𝑎𝑘𝑒𝑠𝑝𝑒𝑎𝑟𝑒

Muchas personas sueñan cosas lindas luego de una gran experiencia, sueñan con el chico que les gusta y se enojan cuando despiertan en el mejor momento. Yo, yo sueño con ataques zombi y psicópatas queriéndome matar mientras huyo de la mano de Freddie krueger.

La cama se sentía más acolchada y esponjosa de lo normal, abrí mis ojos con desagrado al oír la voz de alguien, estaba gritando, mi cabeza dolió al instante. Me tomo unos segundos dejar de ver borroso, me sentí más perdida que nunca.

¿Desde cuando las paredes de mi cuarto son marrones? ¿O porque hay un estante con Trofeos?

Ay, no.

Mire a todas direcciones para encontrarme con más cosas de hombres, en una habitación que sin duda no era la mía. ¿¡Qué había pasado anoche!? ¿¡Dónde me encontraba!?

¿Yo?..... no, no, no. Tengo ropa, tengo vestido y.... ¿Vestido?.... ¡Asher! ¡La fiesta!

Mi cerebro no procesaba bien lo que había pasado, imágenes venían y se iban y el maldito ruido de voces no paraba.

Yo estaba con Asher y...... y......

- Te ves hermosa, Tasha. Tu padre está orgulloso de ver en la mujer que te has convertido.

- Papá...... - recordar eso fue como un balde de agua fría sobre mi. Mi corazón se agitó, me senté en un movimiento.

¿Era el? Si, ahora lo recuerdo. Papá me llamó, él estaba en la fiesta, me asuste. Estaba llorando y llamé a Zack, yo..... yo me desmaye.

Masaje mi cara en desesperación, mis ojos ardían.

Había probabilidad de que ese señor estuviera en mi casa ahora mismo, y para colmo, ¡aún nose donde carajos estoy!

Estuve por levantarme y ver con que me encontraba, cuando cierta camiseta llamó mi atención. Era la camiseta del equipo del instituto, se encontraba sobre la silla del escritorio, tenía el número 10. Adams.

Cori.

Solté un gran suspiro seguido de un sentimiento de alivio. Aunque aún no sabia porque amanecí en su cama, se trataba de Cori. Así que volví a tirarme sobre las almohadas y acurrucarme con el suave edredón blanco.

- Veo que despertaste.

Abrí un ojo con desagrado he hice un gesto de que hiciera silencio - Baja la voz, me duele la cabeza.

Cori sonrió y se acerco, sentándose al lado mío. - ¿Enserió te emborrachaste con vino?

- ¿Vino? - abrí ambos ojos con confusión.

¿Vino? ¡Zack! El parque de diversiones..... si.

- Si, ya recordé. ¿Me emborrache? No recuerdo haber bebido tanto.

- Zack dijo que tomaste casi toda la botella. - menciono acariciando mi cabello.

- ¿A si? Para serte sincera, no recuerdo bien que paso. - volví a sentarme.

- Natt. - se mostró serio.

- ¿Sí?

- ¿Dónde estabas anoche? ¿Por qué llevas puesto ese vestido? - habló con cierta preocupación.

Es cierto, no le dije a nadie a donde iba. Sabia que les molestaría que saliera sola con Asher, se preocuparían.

- Yo.... Acompañe a Asher a una fiesta.