CAP V : LA CARTA

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El enojo en mi cara es evidente. Ya han pasado diez minuto tratando de hablar con  Zack  y simplemente me ignora, desde que llegue ha estado haciendo nose que cosa en su cuaderno, solo saludo y ya.

Esto me estresaba, no le interesaba si le hablaba o lo miraba, era como si no estuviera literalmente frente a el.

- Zack.

No contesto.

- Zack.

SUFICIENTE!! SE ACABÓ!!!

- OYE IMBÉCIL!!! – grite histérica.
Alzo lentamente la cabeza, su mirada era seria, tenia las cejas hundida y su expresión estaba entre asombro y miedo.

Parpadeos un par de veces y volvió a su postura neutra.

- ¿Qué? – respondió de lo mas normal.

- Me has estado ignorando desde que llegue!!

- Estaba concentrado – se tocó la nuca – Estas muy gritona hoy.

Esto no puede ser real….

- Necesito hablar contigo. – dije sonando lo mas seria que pude.

- ¿Ahora? Ya te he dicho que seas profesional, no podemos charlar en lugar de estudiar.

- Cínico, hace un momento nose que estabas haciendo pero estoy segura que no tenía que ver con nuestro estudio.

Me cruce de brazos.

- Y por eso no debemos atrasarnos más – contesto  con simpleza – Tienes que ser mas profesio…….

- Basta!! Ya me harte!! – me levante de la silla, golpeando la mesa con mis dos manos.

Se calló, eso lo sorprendió aun mas, se notaba en su mirada.

- Hablando de profesionalismo, quiero que dejes de hacer lo que sea que hallas echo en toda Esta semana.

- ¿Qué cosas?

- Las flores, los chocolates, el brownie y el maldito corazón con tu nombre!!

- Ah, eso…. – hace una pausa – Te dije que quiero ser tu amigo.

- ¿Y creíste que haciendo cosas que detesto conseguirás que cambie de opinión?

- ¿La detestaste? – pregunto enmarcando sus cejas.

- Sabes que si!!

Se levanto de la silla, ahora los dos estábamos de pie frente al otro, me sentí pequeña.

- Como lo sabría…. Si no me das la oportunidad de conocerte.

Ok, eso sonó demasiado lindo, si tenia el semblante serio y neutro pero la forma en que lo dijo fue tan….. sincera y natural.

Mierda, no iba a ceder por una maldita palabra, no de nuevo. Zack podía ser alguien peligroso y por eso no debía tenerlo cerca, porqué  era uno de esos peligros que quieres cometer con todas tus fuerzas.

- No me agradas, Zack. – solté cortante – Nada de lo que hagas cambiara eso.

No dijo nada, tampoco cambio ni mínimamente la expresión de su cara, no le afecto para nada.

Y claro si ni me conoce, porque le importaría.

- ¿Por qué? – dijo Zack, igual de cortante.

- ¿Necesito razones?

- Si.

Sus oscuros ojos estaban clavados sobre los míos, tratando de devorarlos con solo mirarlos. Era imponente, seguro, fuerte, y eso daba miedo. Miedo porque yo no era nada de eso.

ENTRE LA VIDA Y ELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora