Un día raramente increíble

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"En vano he luchado. No quiero hacerlo más. Mis sentimientos no pueden contenerse. Permítame usted que le manifieste cuán ardientemente la admiro y la amo."

Sr. Darcy













- ¿Qué lees?

Estábamos en la hora del descanso, sentados bajo el árbol en el que Zack siempre estaba.

Me resultaba de lo más interesante el gusto de Zack por los libros. Los gestos y expresiones que hacía al leer cualquier libro, como si se introdujese en él.

Zack me miro, cerrando el libro. - Orgullo y Prejuicio.

- ¿Cómo la película?

- ¿Has visto la película? - pregunto con emoción.

- ¡Claro, en la que pelean contra zombis!

Toda su emoción cayó en ese instante ― ¿Qué?

- Si, en la que hay zombis y la Elizabeth fue entrenada para matarlos, ¿No es esa?

Lo vi morderse el labio con todas sus fuerzas, tratando de no reírse, algo en lo que obviamente iba a fallar.

1, 2, ..... Y estalló en carcajadas.

- ¿De que te ríes? - pregunte, no muy feliz.

Al instante se calmó, adoptando una postura seria. - ¿Yo? No, de nada.

- Zack....

- Bueno, es que, ― seguía luchando por no reírse - Diría que he visto la película original más veces de las que me gustaría y no recuerdo zombis, a decir verdad.

- ¿A no? Pues yo también he visto la película mas veces de la deseada y siempre hay zombis.

- Viste la parodia. ― dijo riendo.

- ¿Parodia? ¿Ósea que no trata de zombis?

- No, hasta donde se.

- ¿Y la original es mejor?

- Yo diría que sí, era la favorita de mamá - comento sonriendo.

- ¿Enserio? La de zombis es la favorita de mi hermana.

- ¿Existe gente a la que le gusta la parodia? - Eso lo hizo reír nuevamente - En fin, ¿Qué te hizo ese pobre lápiz para que lo tengas todo mordido?

Mire instintivamente el lápiz en mi mano, en efecto, estaba todo mordisqueado. Un hábito que tengo desde siempre o eso me dijo Ami.

- Te dibujo - dije algo avergonzada al ver mi libreta.

Está horrible.

Zack alzo una de sus cejas, intrigado - ¿Enserio? A ver.

Intento acercarse e inmediatamente cerré la libreta y la presioné contra mí.

- No, ni hablar.

- ¿Eh? ¡Pero quiero ver! - intento acercarse nuevamente y yo me puse de pie.

- ¡Y yo no quiero que lo veas! ¡Esta horrible!

Se levanto también e intento acercarse nuevamente, pero más despacio. - Eso lo dudo, Natt. Déjame verlo.

Intento poner una mano sobre la libreta y se la aparte de un manotazo. - ¡Ya te dije que no!

- ¡Pero si me dibujaste a mí! ¿¡Cómo esperas que no quiera verlo!?

- ¡Te dije que no!

- ¿No?

ENTRE LA VIDA Y ELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora