Buena pregunta aquella... ¿Qué soy, quién soy? La segunda pregunta la tenía clara, Keira, exploradora y arqueóloga. Sí, esa era yo. Miré a Newén unos instantes.
-Keira, este es mi nombre. Soy arqueóloga estadounidense y vine para descubrir los secretos de Esyre, vuestra diosa. -Newén me escrutó detenidamente, en total silencio y postura seria.
Sus penetrantes ojos casi me hicieron sentir incómoda. Era como si pudieran leerme el alma. Al cabo de unos instantes, se giró y comenzó a andar, pero antes de que pudiera preguntarle a dónde se dirigía, volvió a enfrentarme.
-Entonces, yo volvería por donde viniste. Aquí nada vas a encontrar. -Su rostro y postura decían todo lo contrario.
-¿No pretenderás dejarme sola?- Él se encogió de hombros.
-Has sobrevivido a esas aguas. Te las apañarás sin mí. -Incrédula e inmóvil observaba como Newén se alejaba dejándome allí.
Observé a mi alrededor. A la luz del día aquel bosque no parecía tan aterrador, pero no estaba dispuesta a quedarme sola, así que corrí tras él.
-¡Llévame contigo! -Newén no me miró ni tampoco se detuvo, así que me limité a seguirlo.
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Las alas de una diosa
FantasyLos recuerdos de Alessia Kühn son arrebatados. Se despierta en un bosque, más bien una selva, muy lejos de lo que ella recuerda como hogar. Solo dos nombres son la clave para que los fragmentos de su memoria vuelvan a reconstruirse: Esyre y Newén.