-Bien, ¿trajiste los mashmellows? - Susurre. Si, eso era lo importante-.
-Hola, Issa, también es un gusto poder pasar tiempo contigo. Gracias por invitarme -valeee, puede que si fui algo interesada -.
-Me golpe la frente- Perdona -sonreí con emoción, nada reprimida- Pero entra, rápido, que no quiero que mi familia te vea.
-Guau, gracias. Me alegra que tú...-le detuve-.
-No, no es eso. Es que si mi familia te ve, te van a querer conocer y luego le dirán a mis tías y entonces tendré que soportar todos los comentarios más que insinuante, todas las vacaciones -Sacudi mi cabeza. No, gracias- De por si ya es penoso que mamá cuante anécdotas vergonzas y luego se terminen juntando para hablar de la pesadilla que somos mis primos y yo - Aclare- Se que me quiere y yo a ella, pero no soportare eso todo el verano -exprese, como cual tragedia-.
-Ya, ya -rodó los ojos- Tu mamá por lo menos te presta suficiente atención, como para que sepa las cosas vergonzosas que haces.
-Mal, que idiota soy- Alex...
-¡Descuida! -le resto importancia con un gesto relajado- No necesitas...
Lo calle con un abrazo, el era un chico muy agradable y sentía que podía confiar en él. Era curioso como un chico me hacía sentir tan cómoda como Alex, por que siempre que estaba cerca de ellos era un desastre preocupante, era aún más extraño conocer a alguien que se metiera en tu corazón tan rápido que pudieras decir "Si, ese tonto ajustándose la ropa interior con capa de allá es mi amigo". Me alegraba mucho haber conocido a Berth, aun no estaba segura de lo que éramos... Pero eso no importa ahora.
-¡Issa! -rio, casi con ternura no admitida - Es mejor que nos apuremos, no queremos salir en una foto fuera de contexto que se manden tus tías.
-Bien, vamos -subimos-.
Por pura amabilidad ordene mi cuarto y lo barre - luego de tres semanas -, si no fuera por que me desperté a la cinco de la mañana los pinceles lleno de óleo seco seguirían en mi atril y mi cama seguiria siendo la desastrosa escena de una tormenta andante.
-¡Guau, Issa! -examinaba la Harley Queen de mi escritorio- Tu cuarto es otro nivel, que suertuda.
-Bueno, si -Y para tener este cuarto tuve que dormir 15 años en una habitación de un metro que me chocaba al moverme, donde apenas cabía mi cama. Aún que, en defensa de mis padres, muchas veces me dejaban dormir con ellos. Y cuando digo muchas veces, es muchas veces -.
-Bien.
-Abrí mi computadora- Tengo varias páginas para ver "Star v/s Las fuerzas del mal", si una no funciona podemos probar con las otras versiones de video, si eso tampoco funciona cambiamos de página ya que también tengo otros contactos.
-Guo, gracias -miro todo- Si hubiera sabido que me recibirás así, vendria más a tu casa -se puso el dedo en la barbilla, pensando - Aun que, seguro el Señor Javier y el abuelo me extrañarían.
-Oh, si, no lo dudo -sonreí, Berth me había contado algo de eso- En todo caso puedes venir siempre y cuando quieras, Elle esta ocupada con sus exámenes y no puede venir.
-Entonces significa que me quieres más a mi, ¿no?
-Nisiquiera fue lo que dije, pero no me eres indiferente pequeñín -pare dramáticamente para torturarlo- Te quiero, casi tanto... como a Elle -reímos, yo más que el-.
Vimos el primer episodio, luego el segundo, luego el tercero, y así se fueron tres o cuatro horas. Ya casi nos habíamos acabado toda la comida, despues de conocerlo un tiempo sigue sorprendiendome lo mucho que come, incluso más que yo. Literalmente no se a donde va toda esa comida, yo si a donde va la mía, a mis grasientos muslos, me mantengo en forma solo gracias a que fuera de esto como sano y hago una hora de ejercicio cada día.
-Entonces -dijo tragandose la comida que tenía en la boca- ¿Es el hechizo de la luna roja o es más que una amistad?
-Bueno, yo pienso que son muy buenos amigos y se quieren un montón -busque las palabras con alex escuchando atentamente - Pero tal vez alguno que otro sentimiento pudo ya subyacer entre ellos en algún punto de eso y no era lo suficientemente serio como para presentar sospechas en ellos mismo o para el resto, pero con "La Luna roja" esa delgada línea los hizo ver más allá de esa amistad y verse con otros ojos, la luna roja como tal fue algo importante pero no fue lo único. Es muy probable que no habrían llegado a nada muy muy significativo, pero de todos modos fuera lo que fuera... -se acercó insitintamnete por mi respuesta- No te lo puedo decir por que no hemos llegado mas que unos capítulos luego de eso.
-Hizo un puchero infantil casi enojado, me daba algo de risa lo tierno y chistoso que era- Bien, pero no es justo. Me dejaste enganchado apropósito, malvada.
-Es que si te lo digo te lo voy a arruinar, es mejor que lo veamos la próxima vez.
-Bien... -volvió a su expresión normal- Pero no quiero irme.
-¿No quieres volver a tu casa? -parecía algo estresado- Pues es mucho mejor, por que igual no puedes irte la primera vez que hacemos una maraton de "Star"-me miras emocionado-.
-Su cara se iluminó al abrir la boca- ¿Y qué haremos ahora?
-Mmm -me lo pensé- Podemos... Jugar a un juego.
-Si, ¿de qué?
-¡Zombis! -di un salto, ya me hacía falta volarle la cabeza uno-.
-Vale, en tanto no me dejes morir como Berth.
-¿Enserio te dejo morir?
-Si, le dije explícitamente que me cubriera mientras iba buscar una munición, veinte segundos después, estaba muerto y todos los jugadores se burlaban de mí "falla de aficionado".
-Vaya, olvidate de Vietnam -dije con una sonrisa burlona -.
-Pensándolo bien, prefiero jugar LOL.
-Vale, vale. No me burló -me puse la mano en el pecho- Te cubriré tan bien que tu sombra...
-Ya, ya entendí, Rambo.
Estuvimos jugando hasta pasadas las once, mi cama venía equipada con otra debajo, para mi mala suerte el colchón no estaba inflado y tube que bombearla por cuarenta agotadores minutos. Juro que ya tenía músculos y todo.
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Después De La Lluvia
De Todo"Vivirás para ver lo que hay después de la lluvia, te lo aseguro". En teoría, es mi primera historia, por lo que tengan paciencia en caso de que la lean.