Relatos Momentáneos

El animal que vive conmigo.

A veces siento que un animal me acompaña y otras me siento ese mismo animal. Es raro de entender y explicar, simplemente me siento como uno en ciertas situaciones.

Cuando tengo miedo me siento como algo pequeño, como un colibrí o una abeja pequeña y frágil, pero cuando tengo que tener valor me siento como un lobo, un depredador intimidante acompañándome a pesar del miedo que siento cuando no me siento con seguridad en ciertos momentos o situaciones. Si me siento con una gran ira me siento como una bestia enjaulada queriendo romper la jaula y sacar toda mi ira para sentirme mejor. A veces golpeo mis almohadas para desahogar mi ira, golpeándolas como un gorila y arañándolas como un tigre o león.

Cuando veo un lugar abierto como el mar, un prado, las montañas o un bosque pienso que soy un águila volando desde lo más alto, viendo desde el cielo lo hermoso que se ve todo desde arriba. Volando a gran velocidad desde la seguridad del cielo sintiendo la brisa en mi rostro y tocando las nubes con todo mi cuerpo.

Y en la tristeza, me gusta ver la luna desde mi ventana, dibujar la oscuridad de fondo con una brillante luna como contraste mientras veo las estrellas junto a un gato a mi lado, ronroneando en mi regazo para hacerme sentir mejor. Son tantas las noches que me he sentido así que he podido ver todas las fases de la luna, pero siempre tengo al gato maullando a la luna junto a mí en mis peores momentos, e incluso antes de dormir siento que duerme a mi lado para calmar mis penas.

Normalmente, en la calma de mi ambiente, me acompaña un perro cuando tengo que ir a algún lugar. Siempre que pienso en el perro, siempre lo imagino de distinta forma y de una raza distinta. No importa cuánto tiempo dure el viaje, él siempre camina a mi lado y cuando me duermo en el viaje recuesta su cabeza junto a la mía, y al despertar ya estamos listos para seguir con el viaje.

Nunca he querido contar esto por temor a que la gente piense que he perdido la cabeza, ni siquiera con mis seres queridos o gente de confianza..., pero a veces me pregunto si hay alguien más que se vea a sí mismo como yo. El mundo es grande y existen millones de personas, tal vez algunos piensen igual que yo.

Actualmente aún sigo dibujando todos los animales que me han acompañado todos estos años a lo largo de mi vida en múltiples lienzos; aunque creo que necesitaré más pintura, más pinceles y un lienzo más grande si quiero dibujarlos a todos en un solo dibujo.