Parte 10 (El amor en la Puerta del sol)

426 49 23
                                    

Estuvimos listas a las 11 am, teníamos nuestras mochilas y nos pasaron a buscar ( guardaron el resto de la ropa en el Hostal), recorrimos la ciudad, museos y centro histórico, todo muy lindo. Nos llevaron a Ollantaytambo y el Valle sagrado, sacamos fotos por todos lados, caminamos harto, mi Maca estaba feliz, sonreía todo el rato, recorrimos hartas ruinas y lugares siempre tomadas de la manito. 

En una de las paradas de la excursión había un señor flacuchento alto que nos miró extraño, de arriba a abajo porque íbamos tomadas de la mano.. la Maca se le paró en frente y le dijo, que te pasa que miras tanto, te gusta acaso, te cuento que es mía y me dio un tremendo beso en la boca.. el flacuchento quedó paralizado.. pese a lo incomoda, fue graciosa la situación en sí, yo no dije nada, solo le respondí el beso y le sonreí de vuelta.. Linda mi Maca, yo creo que le dió tanta rabia por que se imaginó que ese tipo era su papá, igual se parecía al Sergio ese viejo feo.

Nos tomamos el tren y llegamos a un lugar con mucha vegetación, ahi se armó un grupo de unas 20 personas. Lleno de extranjeros, franceses, alemanes, suizos, hasta ese momento no divisábamos a ningún latino y en realidad a mí no me interesaba, porque yo andaba acompañada con los ojitos más maravillosos de este universo. 

Nos dimos cuenta que esta gente estaba muy equipada, zapatillas, ropa deportiva, bastones de treaekking, bolsos pequeños, varios de ellos pagaron para que les llevaran las mochilas hasta el campamento, nosotras no lo hicimos, pensamos que era un gasto de más... ups .. grave error. La mayoría solo caminaba con su botellita de agua.

Nos pasaron un papel que debíamos firmar, era como un consentimiento para la caminata,  muchas reglas y normas... en otro momento de mi vida... en realidad, 48 horas antes, solo me hubiese fijado en que eran 43 km de caminata (cuarenta y tres!!), que no existían paradas ni que vivía gente en el lugar, eran zonas despobladas, que no íbamos a encontrar nada hasta el campamento, que eran cerca de 8 km caminando hasta la primera parada, no se podía fumar, consumir, beber alcohol, salirse del sendero, devolverse, gritar, pelear, etc, decenas de reglas, pero lo único que me fije en realidad era que decía prohibido tener relaciones sexuales. Me quedé pegada en esa frase que estaba entremedio de otras 100 reglas.. No podía dejar de pensar en eso, como que al prohibirlo lo hacia mas deseado. Yo creo que la Maca ni lo leyó, porque no me hizo ningún comentario, firmamos el papelito y empezamos a caminar.

Estaba lloviznando era un sendero empedrado,  había que caminar en subida, íbamos conversando, el guía nos dijo, no conversen chicas, se van a cansar... obvio no hicimos caso. Habían pasado como 3 horas de caminata y yo estaba que moría de cansancio, sentía que la mochila  que me pesaba el triple, ahí entendí el pagar por que te la llevaran... en un momento sentí que me desmayaba de cansada, cuando parábamos un rato con la Maca, entre la vegetación buscaba algún lugar despejado donde pudiese aterrizar un helicóptero y nos viniese a rescatar, pero aunque hubiese existido el lugar físico, no había ninguna señal de teléfono ni nada que se pareciese , estábamos aisladas en esos senderos y más encima, nos íbamos quedando super atrás en el grupo porque yo me demoraba.. la Maca me esperaba, mientras yo descasaba cada 5 minutos, me tomaba de la mano y me ayudaba a subir cuando estaba el suelo resbaloso, me habré caído unas 20 veces, ahí estaba mi Maca para ayudarme, no se como lo hacia ella, no la vi caerse nunca, pero cuando yo me caía, ella se apretaba la guata de la risa... no me quedaba otra que reírme con ella..  yo creo que él problema eran mis zapatillas, como que no tenían agarre suficiente... a esta altura, ya nada que hacer, eran las únicas que tenía.

Llegamos al campamento de las ultimas, estaba oscuro, habían muchas carpas, nos pasaron unas que eran compartidas con dos parejas de extranjeros (nos pidieron disculpas pero hubo un problema con las carpas individuales, asi que debíamos compartir no mas), no sabia duchas, nos pasaron un bidón de agua, asi nos teníamos que limpiar con eso y unas toallitas, habían mesas con la comida servida, había una sopa, a mi me cargaba la sopa de tomates antes de ese día, pero tenia tanta hambre que me la comí y la encontré demasiado rica, era la mejor sopa que había probado en la vida, se pasó.

Vuelve a mí... el mar es tú recuerdo..   RUBIRENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora