Capítulo XX

34 28 2
                                    

Eres esa estrella, brillas, pero lejos de mí.

ׅ ׅ ۫ .

— X X —

—Y así fue como me saco el profesor de química—mencioné.

—Makri, eres una caja de sorpresas, ¿en serio él hizo eso?—se burló.

—¡Lo hizo!—grite entre risas.

—¡Joder! ¡Tu padre te mandará muy lejos, si se entera de esto!—negó con la cabeza.

Seguía riendo, mientras Hades manejaba, la carretera es de regresa asía la cuidad. Se podría ver que ya se oscurecía, pequeñas nubes en el cielo se pintaba de pequeños colores cálido, entre naranja y rojo. Los pájaros volaba aún lugar en manada. Suspiré para recordar lo maravilloso que es el día de hoy.

—Espero que te agrade a donde vallamos—susurro Hades.

—Lo será Hades—giré para verlo—será un lugar lindo—sonreí.

—Un día vine con mi hermana—susurro bajando un poco la mirada—ella siempre quería salir de la cuidad—me miro—era grandiosa.

—¿Era?—lo observé confundida.

—Si, ella—pausó para pensar— era increíble, ahora solo es una recuerdo.

—¿Qué pasó con ella?—susurre.

—Ella murió en un accidente, papá decía que es mi culpa, cuando mamá se enteró que él me culpaba después de todo se divorciaron, ahora ella esta casada con Robert—se defendió.

—Debe ser una mala persona ese tal Robert —mire la ventana—por como lo mencionas creo que lo odias.

—Lo es, y lo odio. Es... un idiota. Él no sabe cómo comportarse y él—pauso—él se arrepentirá.

Al escuchar esas palabras mi corazón estalló de dolor, sabía que tenía problemas. Robert se encontraba en problemas o en situaciones con Hades o la familia de Hades. Suspiré para mirar el parabrisas, en el camino de encontraba árboles, un camino de tierra.
Quizás ya habíamos por qué al momento de pensar eso, él estacionó la furgoneta, se podía ver un pequeño y hermoso atardecer, con esos colores geniales que pintaba.

Bajemos para sentarnos en el bordo del suelo, el atardecer es lindo. No asía frío ni calor es acogedor. Mientras observaba el atardecer que se encontraba enfrente de mis ojos, escuché un chasquido de un encendedor, giré para observar. Hades tenía un cigarillos en sus labios, prendiéndolo. Él captó mi atención, y saco el humo por su boca. Dudo en decir algo, quise imaginar que no estaba preparado para seguir con la platica.

O eso pensaba yo, asta que comenzó hablar.

—Makri.—me llamo.

—¿Si?—lo mire con atención.

—Recuerdas que comenté que—pauso—necesitó ayuda.

—Por su puesto.

—Quiero que me ayudes con este problema, de que. Es difícil para mi, y quizás igual para ti—metió su cigarillo a sus labios.

—Hades—me acerque—puedes confiar en mi, no importa de que trate.

—Bien, Robert—hizo una mueca— él es un estupido idiota, por que mamá le contó sobre la muerte de mi hermana.

—¿Te hace daño?—dude.

—Él—me miro sacando el humo de sus labios— tiene problemas, tiene una gran furia en mí.

—No entendió, el ¿te golpea Hades?—susurre con un nudo en mi garganta—¿Hades?

Él solo miro al frente consumiendo el cigarillo como si no estuviera en ese lugar, mis pensamientos se nublaron, tenía miedo de que me dijera el si, o quizás no. Eso es total mente peligroso, y el no merece eso, pero. El merece mi ayuda y lo are sin importar nada.

—Makri—susurro—solo quiero que sepas—me miro— qué, me agradas y no quiero que estés en problemas.

—¿De que hablas?

—Makri, eres. Una gran chica—sonrió—pero, yo soy muy idiota. Es decir—rodeó los ojos—qué soy un chico con problemas familiares.

—Hades—sonríe.

—Makri, escucha—tomó mi mano—estamos aquí, porque. Quiero que seas feliz sin importar nada. Quiero que cumplas tu sueño de ser una Psicóloga—sonrió.

—Hades yo..—susurre.

—Solo por favor.. prométemelo—saco el humo por su boca.

No sabía que tenía que llegar esto. Pero es real, ¿o no? Quería tener todo en orden de lo que me mencionó pero nada de eso me ayudo, giré para observarlo, él tenía sus ojos en mi. Mientras se acercaba asía mi, poco a poco, mire el suelo pero me lo impidió, tomó mi mentón, de un momento a otro.
Ese contacto es mágico, es único. Era totalmente imposible de igualar con alguien más.

Se inclinó poco, para observar, mejor dicho —besarme— trague en seco, para observar sus ojos iluminados por el atardecer, sentía las pequeñas caricias que el chico asía en mi mentón, con las yemas de sus suaves dedos. Una corriente de electricidad abundaba por mi cuerpo. Sonríe al recordar que estábamos muy cercas, tome la dicha de aceptar yo para besarlo. Así fue. Tome el valor de besarlo ahora.

Nuestros labios encajaron, perfectamente sin dificultad, comenzamos a mover los labios en una dirección y luego a otra, el ritmo es único, cálido pero muy lento. Un beso que no quería acabar para nunca.

Era el mejor beso que podía tener en toda mi vida.

Nos despegamos por aquella falta de aire, mientras nos mirábamos, y nos alejamos poco a poco, me sonrojé al velo. Sabía que lo avía besado primero. Él solo me miro a tanto, con aquella sonrisa sincera y tierna que tenía. Se que en ocasiones es muy duro y serio, pero en estos momentos desconocía a Hades.

—Debemos regresa—susurro.

—Si. Creo que ya es tarde—mire el suelo y regrese mi mirada.

Él se levantó para pasar su brazo asía mi, haciendo referencia de levantarme. La tome y me levante del suelo, caminamos asía la furgoneta, para salir del lugar, qué abismos estado.

Podía decir que esta vez, sería un recuerdo, inigualable.

Para Hades y para mi.


*******
Nota de la autora; [cry] esto es lindo mamá, cómo es que la llevo a ese lugar lindo:(
Como seaaaaaaaaa, doble actualización.

Aroma a Diciembre[✔️] EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora