Aroma a Diciembre[✔️] EDICIÓN

Capítulo XXI

Debes aprender, que la vida es curiosamente.
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— XXI —

Hades me dejo enfrente de mi casa, avía luces encendidas, abrí la puerta y entre. No avía ningún tipo de ruido, en casa. Subí las escaleras, y escuché algunos gritos que venían de la habitación de mi padre, me acerque un poco colocó mi oído en la puerta para escuchar mejor.

—Vamos Ros, ella va a mejorar ¿no?—mencionó.

Se escuchaba como el caminaba de un lugar a otro, mientras hablaba con esa tal Ros. Mis corazón latía, imaginé que papá no llegaría. Hace unas semanas debería de regresar pero que se adelantó el viaje.
Seguí escuchando la conversación de mi padre que tenía al teléfono.

—Bien, Ros. En una semana iremos a revisión. Mucho mejor sea antes.—para después colgar.

Me separé de la puerta y corrí asía mi habitación. No sabía que se refería de revisión. Quizás iremos por Elena. Ella a estado mala desde antes. Me separé de la puerta para recostarme en la orilla de la cama, recordando lo que avía pasado el día de hoy con Hades. Suspiré al recordar nuestro beso en la lluvia.

De fondo de escucharon algunos pasos, giré mirando la puerta, ella se abrió, papá entro con su rostro serio y firme. En sus manos avía algunos documentos, y me miro.

—Alysa en una semana saldremos—admitió.

—¿Saldremos?—frunci el ceño—¿adónde?

—Alysa, solo saldremos, y ya llamé a la escuela, dijeron que estuvieras al pendiente, de los trabajos—camino asía un lado—Además, esto es importante de salud.

—¿Salud?—el asistió.

—Si, pero eso sabras después.

Giro asía la puerta para salir de aquí, cerraba la puerta detrás de él. Estaba confundida sobre el comentario. ¿Salud? Esto es algo malo o bueno. Mire el reloj marcaba las Díez con cuatro minutos. Tome mi pillama para colocármela y acomodar la sábana para dormir.

Camino con Cali en la escuela mientras se queda en silencio para reaccionar otra vez.

—¿Entonces saldrás?—pregunto cali.

—Si, solo una semana.

—Wow, eso es genial—sonrió.

—¿Genial?—repetí—no es genial estaré lejos de las clases.

—Si bueno, tu padre hablo con la directora y sabes que son muy buenos amigos.

—Si eso es lo peor que pueda pasar—camine alejándome de Cali.

Camine asía la clase de dibujo. Me tocaba nuevamente, los lunes me tocaba en la primera hora. Entre por la puerta, observando que ya estaban todos, sólo faltaba Hades, ¿Donde está?.
Tome asiento, para después ponerme el mandil, minutos después llego el profesor, comenzó a pasar lista. Pero Hades aún no llegaba, giré para observarlo y su lugar se encontraba vacío, eso estaba raro.

El profesor comenzó a explicar ni le di importancia, que eran los colores, nos daba indicaciones para los colores de la mezclar, mencionó que debías hacer un dibujo, de lo que fuera importante.
Tome el cuatro para comenzar. Giré asía todos lado discretamente para ver que era algo que podía hacer, pero nada era más interesante. Giré observando la puerta ahí estaba Hades, entro al salón. Llamando la atención de todos.

—Joven Hades Dimun, ¿llegando tarde, cual es el pretexto?—lo miro el profesor.

—Avía tráfico, es todo.

—Debería de levantarse más temprano—anotó algo en su libreta—tendrás retraso, ahora a trabajar.

—Lo intentaré.

Hades Camino, por mi dirección, asta su lugar, lo seguí con la mirada, pequeños rayos de luz iluminaba su rostro, lo observé finamente y detalladamente, para después llevar mi vista asía el cuatro. Comencé atrasar líneas verticales, y horizontales, encontrando la forma de un rostro, estás un poco desanimada por el mal trabajo que asía, pero le encontré la forma perfecta. Comencé a mezclar colores el pincel pintaba algunas líneas.

Los ojos los pinte cafés con una lindo brillo, se veía como un cuadro de los de antes. Era su rostro viendo aún punto, solo una parte de su rostro se veía, todo este color y tiempo que tome, era perfecto, admiraba el trabajo que avía hecho, pero una respiración se hizo presente detrás de mi giré rápidamente para ver de quien se trataba.

—¿Soy yo?—pregunto Hades.

—Si, solo quería hacer algo impresionante, es decir—me interrumpió.

—Es increíble, parece los cuadros que dibujaban en la época de los dioses.

—Si, lo es.

Él me miro sorprendió, al comentario que hice, tomó asiento aún lado, mientras seguía asombrado por el cuadro que hice. Algunos segundos después, el timbre sonó. Tome mis libros y salí rápidamente de ahí, con mi cuadro aún lado. Me tocaba química. No quería llegar tarde. Pero de fondo una voz se hizo presente giré mientras caminaba y ahí venía él corriendo.

—¿Química?—susurro.

—Si, no quiero llegar tarde—Giré mis ojos—es aburrido hacer planas.

—¿Qué los palitos y las bolitas son lo más difícil?—se burló.

—Claro—negué con la cabeza mientras reía.

Seguíamos caminando, pero podía observar pequeñas miradas entre nosotros, las personas susurraban cosas. Mientras me miraban, me sentía algo incomoda, por la reacción de la prensa. Hades entro a la aula, pero antes de que entrara una voz me susurro.

—Hola Aly—sonrió Mack.

—Hola Mack, ¿Qué tal?—sonríe.

—Cool—me miro— ¿iras al partido de mañana?—pregunto.

—¿Partido?—repetí— Bueno, yo no sé quizás—sonríe de un lado.

—Si vas, ganaremos—tomó mi mejilla.

—¿Qué?—reír al comentario— bueno iré. ¿Qué hora?—lo mire.

—Después de la escuela—Miro asía tras de mi.

—Bien, iré—sonríe.

—¡Genial, nos vemos mañana!—deposito un beso en mi mejilla para después irse.

Giré para entrar al aula, después de entrar, el profesor llego, comenzó hablar sobre la tabla periódica de los químicos formados por elementos, giré para observar a Hades, él ponía mucha atención en esto. Se podía ver que le interesaba mucho la clase de química, anotaba lo que decía el profesor en su libreta. Seguí mirando un poco para después observar al frente.

Las clases avanzaron, al compás del tiempo. Cali estaba sentada tomando un jugo de limón, mientras me contaba lo que avía visto en el pasillo, le expliqué que acepte ir a ver a Mack jugar mañana, y si le agradaría la idea de ir conmigo, ella acepto alegre.

—Espero que esté bueno esto—susurro.

—Bueno, es una ensalada, es rico.—mordí la zanahoria.

—Si, pero esa cosa es asquerosa —señaló la raíz.

—Es solo raíz, es muy rica, Elena hace muy buenos licitados—me defendí.

—Es complemente asqueroso ¡de acuerdo!—se defendió.

—¡De acuerdo!— reí.