Capítulo XIII

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Todos cometemos errores. Al igual que las almas gemelas.

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—Sabes, habrá otra fiesta el fin de semana Alysa, ¿puedes ir?—me miro con una ceja alzada mientras le daba un mordisco a su comida.

—No lo sé, ya sabes la última vez papá no me dejo. Con trabajo.—tome un sorbo al jugo.

—Si, bueno. Puedo ir aún que sea, que valga la pena.—me miro—pero si te deja, paso por ti. Y te regreso.

—Gracias, peor veré que pasa.

—Si, bueno. Esta fiesta estará bien.

—Así, ¿por ejemplo?—entrecerré mis cejas.—¿drogas? ¿Bailes?.

—Oh no, es algo mejor.

—¡De acuerdo!—mire al frente.

—Bueno, es sobre mejor disfraz.

—No, disfraz, como ¿Halloween?.

—Algo así, pero. Ya casi es diciembre, solo falta—mire mi teléfono—ocho días Cali.

—Si, pero esta vez será mejor.

—De acuerdo.

Enserio, una fiesta de disfraces, en fin de diciembre, nuevamente. ¿Y eso?. Entonces, quizás pueda hacer algo, en eso. Si. Eso creo, papá puede hacer algo, o Elena, ella podrá ayudarme.

Elena, espero no se enfade, la última vez, ella casi sale perdiendo. Y todo para nada claro.

Estamos sentada en el comedor de la escuela, en unos minutos saldremos para irnos a casa, pueda que me valla en el autobús, no tengo pienso de irme en bicicleta por qué no la traje. De que me podré vestir.
¿Ángel?, ¿Diablo?, ¿o quizás de un dios?

Mejor de eliminar vida.

Cómo irán todos. Pueda que yo no lleve algo bien. Pero me gustaría hable con alguien, solo tengo a Cali. Nada más.

Estaba jugando con mi jugo, mientras pensaba que llevar, pero Cali trono sus dedos, en mi cara. Parpadeo dos veces para salir de mis pensamientos.

—¿Me escuchaste?—me miro.

—¿Qué?—levante los cejas.

—Ok, eso lo tomaré como si.

—No se que de que, pero no.

—Lo tomare como un si.

Negué con la cabeza, tome mi mochila, y salí de la cafetería, cuando crucé la puerta avía sonado la chinchara. La gente comenzó a salir, el autobús, se encontraba ya.
Comencé a caminar, asía ella, tomando el asiento de los de el medio. Quite mi mochila, y la puse entre mis piernas. Mire la ventanilla, observando, que la gente caminaba, para tomar el autobús, los pájaros volaban, de un lado al otro, el viento movía las ramas de los árboles, estaba nublado, llovería en el camino. Suspiré pero un ruido me saco de los pensamientos.

Giré mi cabeza, para saber que se trataba de ese ruido. Ay estaba el. Si Hades, con su rostro serio.

Giré directo a sus manos, quien tenía su puño rasgado. Mis ojos se abrieron como platos. Giré directamente, para verlo. El giro, si cara para quedar frente a frente.
Tenía un ¡moretón! Un ¡moretón!.

—¿Qué te paso Hades?—tome si cara.

—Nada, me caí.

—Si aja. Y yo nací ayer.

El soltó una sonrisa burlona, me miro nuevamente, saque algodón y alcohol, para su herida, entrecerró sus cejas y me miro.

—¿Tienes todos eso ahí?—señaló la mochila.

—Si, e sido un poco  torpe últimamente, me e caído de la bicicleta.

—Claro, ¿cómo me va a curar enfermera?—me miro—dígame, dolerá. Me moriré.—susurró.

—Claro, se le saldrán las tripas por esa herida, nada más—sonreí, al igual el.

—Pues, hágalo ahora. No quiero morir con las tripas por fuera.

Sonreí, y tome su rostro. Se vía que era de hace unas horas, ¿como paso esto?. Su ojo estaba un poco inflamado. En su labio tenía un golpe más. Pero muy pequeño. Limpie un poco, su rostro. Me sudaban las manos. Jamás avía curado a alguien, aún nada más a papá, y Elena.

Subí los ojos, para poderlo ver, el se encontraba mirándome. Exactamente—contacto visual— con el. Hades es algo distinto, si mandíbula es linda, si rostro, se podría ver aquel perfecto ojuelo. Su nariz es más respingado de lo que avía visto. Sus ojos tenían una ilumina increíble, podría observarlo varias veces sin poderme cansar.

Hades soltó, una risa burlona, eso hizo que saliera de mis pensamientos.

—¿Pasa algo?—mencione, alejándome.

—No, solo es raro. Que me veas de cercas.—sonrió, mientras me quitaba el algodón.

No podría evitar sonreí, mi corazón aseveraba mucho, ante este acto.
Me removí del asiento, para mirar la ventana, ya estábamos en camino.

Saltaban algunas cuadras, para llegar a mi casa. La lluvia los avía agarrado hace unos minutos. Hades venía leyendo un libros de drogas, nuevamente. Mientras yo. Bueno. Ponía atención para bajar pronto.

Me levante del asiento, para bajar pero una mano tomó mi muñeca, giré en dirección de la mano. Hades. Me sostenía, estaba confundía, pero el hablo:

—¿Irás mañana, al parque?—dijo para después dejar mi muñeca.

—Quizás. Pero si voy espero, encontrarte.—sonreí.

El solo sonrió, asistiendo con si cabeza, me aleje de él, para poder bajar del autobús. El chofer se paro enfrente de la puerta. Baje con cuido, y busque las lleves, detrás de mi, se escuchaba la marcha del autobús. Giré para poder observar y hades seguí en lo suyo.

Camine en dirección de la puerta para abrirla, no avía nadie solo una nota en el refrigerador, era de Elena.
Camine directo asía ella, la tome y deje el  las llaves en la mesa.

Deje comida cielo. Cualquier cosa puedes buscarme en el trabajo. Llegaré un poco tarde.
-E

Elena, siempre dejando sus recados, mientras papá, bueno, el ni los buenos días me deja.
Camine directo asía las escaleras, observando los cuadros de la casa, asta llegar a mi habitación, busque un libro para poder abrir la ventana. Me gusta el romance.

Claramente me gusta de todo tipos de lectoras. Menos lo de la escuela claro.

Me gustaría, vivir una vida como estas novelas, tener un ser bueno. Qué cuide de ti. Y que seas su simple debilidad, ante todo. Pero claro. Solo pasa en las novelas y no en la vida real.

—Bien, sigue soñando Alysa—me dije lo misma—veamos que podemos leer aparte de este libro—tome un libro.

Me acosté en el borde de la ventana, la lluvia pegaba en la ventana, todo era tranquilidad, los pájaros seguían volando, el vidrio se empezaba a empañar. Por lo caliente del cuarto, y el frío que asía por fuera. Seguí leyendo un libro, mientras escucha mi silencio cómodo. Solo faltan algunos días, para navidad. Y llega mi cumpleaños.

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<<Doble actualización.>>

Aroma a Diciembre[✔️] EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora