Aroma a Diciembre[✔️] EDICIÓN

Capítulo XXVI

Mi hogar está aquí. Y eso eres, mi lugar.
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— XXVI —

—¿Saldrías con Mack?—susurró Hades.

—Si, pero ahora estoy aquí.—suspiré—contigo, ¿por qué haces esto? 

—¿Qué?—se defendió.

Negué con la cabeza con su comentario, quizás Mack, estaría fuera de la casa, esperen eso. Y me encuentro aquí, viajando en el camino, sin rumbo.

—Mack, es un simple idiota, no deberías de salir con él—hablo Hades.

—¿Qué? 

—Makri, él no merece una persona que sabe expresarse, con algo simple como él—suspiro—deberías de abrir esos ojos.

—Sabes—mire la ventanilla—no te voy a mentir, Mack siempre fue el chico que me gustó. El chico que, quería cuando era una simple niña, y ahora—lo miro—él siente atracción por mi.

—Lo se, yo igual estuve enamorado en mi niñes—susurró—ella sigue siendo mi salvación.

Tenía esa curiosidad de saber, de quien hablaba. Todos terminamos en un lugar, que esa persona de la infancia nos gustaba. O quizás solo fue parte de la infancia.
Tengo la curiosidad de saber si todos tuvimos uno, y ¿qué pasó con ella? O ¿él?.

Suspiré fuerte, ganado la atención de Hades, quien tenía seriedad en su rostro. Inquine un poco mi mirada asía él, para poder preguntarle más sobre aquella chica. O aquella parte de su historia pero me me hago.

—Se que preguntas por ella—dejo salir una risa—pero ella sigue igual, con su sonrisa. Ella es la chica que me gustó cuando, llegue aquí la cuidad.

¿Acaso, él no vivía aquí? Giré para voltear la ventana, no me voy a mentir yo sola, claro que sentí algo, en mi corazón. Sentí tristeza, podría, sentir mi triste muy clara. ¿Sentía algo por Hades, realmente?
Él es muy lindo, con él me siento completamente segura.
Cuando estoy con él, es diferente, protegida, de todo lo exterior. Y él es como mi escudo, que no permite entrar a nadie ni nada.

—Makri—pronunció con su voz un poco ronca.

—¿Si?—lo mire.

—¿Te sigue gustando Mack?—miro al frente.

—No lo se, aún no tengo mis sentimientos claros, para decir quien me gusta.

—¿Otra persona? 

—¿Qué?—susurre.

—¿Tienes otra persona?—se detuvo. 

Iba a responder, cuando giré para voltear. Estábamos fuera de la cuidad, se encontraba un festival, juegos, carros.
Todo es increíble, la noche lo asía ver más interesante, más con las luces de los juegos. Se escuchaban gritos, y risas. Giré para observar a Hades, quien tenía una sonrisa pintada en su rostro, mientras asía señas de ir.
Acepte con la cabeza, para bajar, gente pasaba aún lado de mi, entre amigos y familias, observaba como muchos señalaban algunos juegos.

Sentía una gran sensación en mi, una gran electricidad, recorrer mi piel. Giré para ver a Hades quien estaba aún lado de mi, observando los juegos.

—Deberíamos ir, e querido subirme a uno—giro Hades para observarme.

—¿Jamás te haz subido a uno?

—No, jamas. Solo lo e visto de lejos, pero ahora que esta—miro al frente—enfrente de mi, quiero experimentar.

—¡Entonces andando!—solté una risa para tomarlo de la mano.

Corrimos, juntos asía la entrada. Observé que todo era más interesantes más de cercas, mi corazón latía bastante, seguí observando algunos segundos, para después jalar a Hades asía uno de los juegos.
Pasábamos por un lado de las personas, quienes ella seguían en sus mundos. Seguimos corriendo, asta llegar aún juego.
Lo observé, para ver a Hades quien tenía una sonrisa en su rostro.

—¿De verdad?—se burló.

—Si, este será genial.—sonríe sin mostrar los dientes.

Subimos a unos columpios gigantes, tenía dos lugares para dos, demás personas subían, nos colocaron el cinturón, para después encenderlo. Mis pies me templaban, mi corazón estaba más rápido de lo común, mientras Hades bueno él solo seguía observando los juegos, lo mire, para poderle decir algo, pero el juego se encendió, comenzó a dar lento, mis manos sudaban.

El juego comenzó a aumentar, más y más. Asta sentir el equilibrio de un lado, mientras el columpio daba sus vueltas, podíamos observar desde esta gran altura, los demás, mientras el viento pegaba en nuestros rostro, podríamos ver la gran rueda de la fortuna, algunos juegos más bajos, que se encontraban en el suelo. Podría sentir esa sensación del viento en los pies, observé lo alto que estábamos, eso realmente me asusto, salté un poco. Eso llamo la atención de Hades, quien colocó su mano, arriba de la mía.

—Todo estará bien—susurró, mientras sonreía.

—Gracias Hades—agradecí.

—¿Por que?—arrugó sus cejas.

—Por estar aquí, y por aver llegado a mi vida. Como un gran amigo.

Cuando Hades escucho la palabra Amigo.
Dejo de sonríe, observé que su rostro se fue desvaneciendo de felicidad a tristeza ¿porque?. Hades dejo de poner su mano, para quitarla de ahí, y agarrarse. Suspiro, y acepto con la cabeza, mientras giraba para observar a su derecha.  No entendía nada, no avía dicho nada malo, todo estaba bien.
Cambio su aspecto cundo lo llame Amigo.

Mientras el juego seguía con lo suyo, solo observaba la feria, es realmente increíble. Suspiré para observar más cosas.
Miestras llegaba la hora de bajarnos del juego. Podía sentir que quizás avía lastimado un poco a Hades, en la forma más dolorosa. Que quizás yo, soy algo más para él, o quizás es parte de mi imaginación.

El juego se avía detenido, para poder bajar, mientras que Hades salió dejándome sola, mucha gente pasaba aún lado de nosotros, lo seguí lo más rápido, pero él, siguió caminado cuando no le importo dejarme sola. Parada en medio de la feria, lo observé que seguía caminando lo más rápido.
Solo sentía que la gente pasaba aún lado de mi, mientras yo. Solo lo veía a él alejarse de mi.

Me avía dejado en la feria, suspiré para caminar, a un lugar que tenga un teléfono, seguí caminado, mientras mi vista solo veía el suelo, veía mis pies, dar pasos.
No pude resistir ese dolor que me avía provocado dentro de mi, sentí mi corazón destrizarle lente mente, al compás de mis ojos, salían pequeñas lagrimas, sin entender. Al sentir escurrir en mis mejillas, tome mi mano para quitarlas, mientras seguía buscando un local, para llamar a alguien.
Dejándome en el frío como una mujer sin alguien.

El frío pega en mi cuerpo, la gente sigue avanzando aún lado de mi, mientras dicen cosas sobre la noche. Faltaban algunos minutos para que lanzaran los fuegos artificiales. Sentí la necesidad de dejar salir por mis ojos pequeños lágrimas tibias para sentir que rodean mis mejillas.