C H A P T E R XVI

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Pero, a pesar de los susurros de mi abuela, pisé fuertemente al acelerador.
Una parte de mí, creía que era imposible que fuese el diablo.
El castigador de pecadores.
El rey del infierno.
Con solo mirar su sonrisa llena de júbilo, algo dentro de mí me negaba que perdiese ser aquel narcisista, egoísta y orgulloso que mencionan los escritos, al igual, que el cruel ser que condenó a mis hermanas para toda la eternidad.

Por ello, apreté con fuerza mis manos sobre el volante mientras me dirigía a aquel lugar que siempre evocaba tranquilidad y nostalgia a mi agitada mente. Al sitio donde los recuerdos antiguos e incluso los creados tenían un significado especial para mí.
Y todo se hizo más nítido cuando mis ojos por fin lo vieron, tras estar semanas sin haber podido ir a relajarme.
Mientras mis piernas tiritaban por la falda corta que llevaba y el frío cortante que corría haciendo que mis pelos se encrespasen, salí del coche pero no sin antes dejar mis alas en los asientos para que no me estorbasen.
Ayudé al moreno a bajarse del coche ya que seguía llevando el antifaz cubriendo su rostro y todavía quedaba un poco por guiarle.
— Encanto, ¿a dónde me has traído?— añadió a la vez que colocaba sus ardientes manos sobre las mías heladas.
— Ten paciencia... enseguida lo descubrirás.

Tras andar un poco, llegué a abrir una puerta para seguidamente comenzar a subir unas escaleras según le iba indicando escalón a escalón para que no se cayese.
Y finalmente, llegamos a donde tanto había ansiado sintiendo como un golpe de viento golpeaba mi pecho liberándome de las sogas que me habían estado oprimiendo la tráquea e impidiéndome respirar.
— Ya puedes mirar.— indiqué quitándole la venda para acercarme a la barandilla de piedra desde donde se divisaban las hermosas vistas que tenía el observatorio Griffith por la noche.
— Es... perfecto.— añadió pero cuando le devolví la mirada la estaba clavando sobre mí, y ante eso carraspeó.— aunque, puedo asegurarte que las vistas de mi Penthouse son increíbles también.

Ante eso no evité reír y en cierta manera darle la razón, pero estas eran diferentes.
— En cierta manera, este lugar... es especial para mí.— añadí apoyando mis congelados brazos sobre el muro y colocando mis manos en los hombros para intentar que el fuerte aire congelado fuese sobre mi piel.
— ¿Tienes frío, Faith?
Antes de que me diese tiempo a responder ya había colocado su enorme chaqueta sobre mí. No pude negársela porque verdaderamente había incluso dejado de sentir la nariz.
— Gracias, pero no tenías porque hacerlo a este paso te vas a acabar resfriando...— le dije mientras me la quitaba.

— le dije mientras me la quitaba

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2021 ⏰

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𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋 ⌲ LUCIFER MORNINGSTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora