PRIMER LIBRO | Una nacida bajo la luna de sangre, mitad mortal y mitad hija de la noche. Un hereje para todo lo conocido hasta ahora.
La reina de las brujas está oculta entre los mortales. Su nombre jamás podrá ser mencionado, sino, las tinieblas s...
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━━━━━━ ▼ ━━━━━━ El diablo parecía completamente desconcertado ante mi comentario, y al fin y al cabo tenía sus razones para estarlo. Le había llamado mentiroso a la cara. No me sentía orgullosa de ello, pero tampoco quería implicarlo en algo que era más complicado de lo que aparentaba ser.
Entonces, la rubia no evitó interrumpir la conversación que empezaba a ponerse algo tensa, e incluso reprochó a Lucifer por crear dilemas donde nunca los hubo. O al menos, eso pensaba ella.
La inspectora comenzó a contarnos los adelantos en el caso de Astrid, y como se había descubierto tras una serie de exhaustivas pruebas de dónde procedía la trayectoria de la bala. Durante toda la conversación, no pude evitar observar al moreno desconcertado mirándome como si no lograse comprender que había pasado. Como si pensase que todo lo ocurrido, hubiese sido una broma de mal gusto.
Me sentía mal por ello. No podía negar que engañar a alguien que me había ayudado y por quien había dado mi vida para salvarle, creyese que me había estado mofando de él en cuanto a un tema tan delicado.
Chloe, decidió hacer caso omiso a sus miradas de confusión para seguir explicándome los datos más en profundidad, acabando por dirigirse a la oficina de la forense para recoger unos artilugios que nos servirían en la escena del crimen.
Y para mi desgracia, el ángel caído y la bruja se quedaron a solas. Traté de evitar mirarle, hacer caso omiso a su actuación desesperada de comprender la situación pero al ver esa desesperación en sus ojos, supe que tal vez esa mentira que había sido piadosa para mí, no lo había sido tanto para él.
— Lucifer...— pronuncié su nombre haciendo que bajase de sus pensamientos y ahora sus intensas pupilas se clavasen sobre las mías.
«¿Qué coño estoy haciendo?» me reprochaba internamente mientras apretaba con fuerza mi puño tras la espalda hasta sentir algo húmedo impregnar mis dedos.
Y como buena actriz; actué.
— Sé que no debería contarte esto... pero no puedo dejarte por mentiroso cuando lo que ocurrió fue real.— al decir eso, sus ojos se abrieron como platos.— Para serte franca, me han pedido explícitamente que esta información no puede ser revelada puesto que ahora una parte de este caso la lleva una organización política de mayor estatus en el país. Se cree que estos atentados contra mí pueden venir dados por alguna de las mafias y tráfico de personas que se usó como "inspiración" para mis películas y que acabamos por desmantelar.— indiqué con cierto tono retórico.— Y por ello, Chloe no puede saber nada. Al menos del disparo, porque si no hay cuerpo... no hay homicidio que investigar.
La parte que acontecía sobre los argumentos de la película, era totalmente verídica al igual que personas con mayor poder en esta sociedad se ocuparían de dicho caso. Solo había adornado con guindas, un amargo dulce.
