C H A P T E R XI

1.6K 110 24
                                    

               ━━━━━━ ▼ ━━━━━━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

               ━━━━━━ ▼ ━━━━━━

Pero, bajé de las nubes apartándome de él, de una manera prácticamente imperceptible. Acabando por aproximarme al estante donde guardaba el té.

No entendía como un simple gesto me había causado ese sentimiento. Pero no podía permitírmelo.
Y menos con alguien que se presentaba llamando a la puerta, como el diablo.

— Bueno...— saqué dos cajas.— ¿cuál prefieres?

Su cara seguía todavía con cierto desconcierto, no por el movimiento que había hecho mi cuerpo, sino por lo que parecía ser... su reacción ante la situación.
Estaba sorprendido de su acercamiento, y si lo sabía, era porque sus brazos todavía temblaban en dicha posición.

Aunque tras un simple parpadeo, volvió a su postura normal... como si esto hubiese sido una simple ensoñación.
— Me fiaré de tu criterio, precisamente mis desayunos no se basan es este tipo de comida.— indicó con una sonrisa de medio lado, no muy difícil de descifrar.

Preferí limitarme a hacer oídos sordos al comentario, todavía seguía medio adormilada como para rodar mis ojos... ese mecanismo no solía estar activado a estas horas.
— Pues serán dos tés negros.— argumenté a lo que él asintió.

Y tras colocar las bolsitas en los vasos, me senté en la isla junto a él.
Parecía un niño pequeño que no podía tener las manos quietas, removiendo incesantemente el pequeño saquito.
Pero ese mismo niño que aunque me sacaba de quicio que se hubiese acostado con mi amiga... me había ayudado ayer sin realmente pedirme nada a cambio.
También era cierto que no podía culparle por ello, había sido algo mutuo. Ya que precisamente, él no tenía pinta de haberla coaccionado para hacerlo.

«Yo no soy un monstruo...»
Aquella frase que me mencionó en la fiesta del elenco volvió a mi mente, para quedarse allí durante unos minutos. Y desembocar en recuerdos que prefería mantener encerrados en lo más profundo de mi ser.

— Lucifer... quería...— di un sorbo a la bebida ante lo seca que se quedaba mi garganta por eso.— agradecerte lo de anoche.

Entonces, esta vez las comisuras de sus labios llegaron casi a los lóbulos de sus orejas.
— ¿Perdona?— se acercó un poco más a mí.— ¿qué has dicho? No lo he oído bien...

Ese tono juguetón no desaparecía ni en las más serias situaciones. En mi opinión, era algo característico de él... tal vez incluso me daba cuenta de que no iba a malas, sino que era parte de su personalidad.

— Que gracioso...— añadí haciéndolo con el índice hacia detrás.— pero creo que lo has oído perfectamente.— carraspeé.— No soy mucho de decirlo tantas veces seguido, pero por esta vez... lo pasaré por alto.— le miré profundamente a esos orbes marrones que parecían tener una subtonalidad rojiza.— gracias.

𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋 ⌲ LUCIFER MORNINGSTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora