PRIMER LIBRO | Una nacida bajo la luna de sangre, mitad mortal y mitad hija de la noche. Un hereje para todo lo conocido hasta ahora.
La reina de las brujas está oculta entre los mortales. Su nombre jamás podrá ser mencionado, sino, las tinieblas s...
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━━━━━━━━━▼━━━━━━━━━ Estaba todavía en shock sin saber cómo reaccionar ante la presencia del supuesto ángel caído, en lugar de la del chico del que había perdido la esperanza de que llegase. — ¿Cómo se te ocurre venir aquí? Si te pillan acabarán por llamar a seguridad y te echarán de la entrega. Si, eso fue lo primero que se me ocurrió decir, porque sinceramente no supe cómo reaccionar ante que él estuviese ahí. Y cuando lo hice, recordé que tenía mi brazo agarrado el suyo. Quise quitarlo, pero ya era tarde y pude escuchar a los comentaristas que estaban grabando todo, anunciar mi nombre. «Mierda...» fueron las únicas palabras que podían pasar por mi mente, haciendo recorrer un escalofrío por mi cuerpo, que acabó por secar de lleno mi garganta. — Tranquila.— susurró en mi oído.— resulta que algunos organizadores de este evento me debían... unos favores, así que me he encargado personalmente de hacer unos cambios en la programación. Cuando mis ojos interceptaron los suyos, este no evitó guiñarme uno de sus atrayentes orbes oscuros. Por una parte, quise enfadarme... no porque me molestase, sino debido al simple hecho de que hubiese realizado aquello sin mi consentimiento y me hiciese sentir de alguna manera impotente. No por su gesto, sino por la repercusión que causaría. Aunque no me quedaba otra, debía asumirlo ya que quería hacer como si no me afectase nada de lo que se hablaba de mí.
Cuando me metí en este mundo, pensé que podría con ello... pero los humanos pueden ser más dañinos que beneficiosos algunas veces.
Sin detenerme a pensarlo más, di un paso hacia delante acabando por llevar la iniciativa y apareciendo por fin ante esa alfombra roja llena de paparazzis que me cegaban con sus dichosos flashes, pero quise darles a entender que me daban igual todas sus fotos para artículos que hablarían de qué hacía con él. Ellos no iban a decidir mi vida, eso... solo podía hacerlo yo.
Pude oír como mi amiga estaba realizando su entrevista junto al reportero de moda, Josh Smith. — Parece que Faith Baltimore ha cambiado su acompañante en el último momento... pero, ¿quién es el apuesto hombre que la acompaña? ¿Eve sabes de quién se trata?— dijo el chico de esmoquin morado. — Como no, Josh. Es Lucifer Morningstar el hombre de negocios nocturnos.— rió.— más influyente de Los Angeles. ¿Acaso no has oído hablar del Lux? — Cierto, como olvidar que en dicho local se han organizado fiestas privadas de nada más y nada menos que de Fendi o Louis Vuitton. Bueno, ahora podemos dar a conocer más públicamente al dueño del Lux, el diablo en persona,— argumentó el azabache de manera sarcástica.— un dúo bastante singular... ¿crees que habrá algo más allá de una simple amistad? — Siento desilusionarte, Josh. Pero puedo asegurarte de buena tinta que no hay nada más que dos conocidos en esa relación.— aclaró la rubia.
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